Actividad física

La actividad física regular es importante para la salud pulmonar y existe un nivel de ejercicio o actividad adecuado para todos. Llevar una vida activa beneficia tanto a la población en general como a las personas que sufren enfermedades pulmonares. Se ha demostrado que mejora la calidad de vida y el estado físico en personas sanas y reduce el riesgo de enfermedades crónicas.

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¿Cuáles son las ventajas del ejercicio?


Es normal quedarse sin aliento durante el ejercicio. Sin embargo, el ejercicio regular puede aumentar la fuerza y la función de los músculos, para que trabajen de forma más eficiente. A medida que aumente su fuerza muscular, se reducirá la cantidad de aire que necesita inhalar y exhalar para realizar un ejercicio determinado.

La actividad regular también mejora la circulación y fortalece el corazón. Mejora el bienestar general y puede disminuir el riesgo de desarrollar otras enfermedades, como accidentes cerebrovasculares, enfermedades cardiacas y depresión. El ejercicio regular es también una de las intervenciones más importantes para prevenir la aparición de la diabetes de tipo II.

Hacer ejercicio con una enfermedad pulmonar


Las personas con enfermedades pulmonares a largo plazo pueden ayudar a mejorar sus síntomas a través de la actividad física regular. La idea de quedarse sin aliento rápidamente puede resultar abrumadora, y es posible que no encuentre motivación para empezar a moverse. Sin embargo, si hace menos actividad, estará en peor forma física y las actividades diarias se volverán aún más difíciles. Lo mejor es pedir orientación a un médico o fisioterapeuta antes de empezar a cambiar sus niveles de actividad para asegurarse de que sus planes resultan acordes a su capacidad y son seguros. Todos los programas de ejercicio y actividad física se deben desarrollar a lo largo del tiempo para permitir que el cuerpo se adapte.

Los mejores consejos para mantener la actividad


  • Al principio de su entrenamiento, prepárese con actividades suaves que activen los músculos que usará durante el ejercicio (calentamiento).
  • Mejore su flexibilidad con ejercicios de estiramiento.
  • Mejore gradualmente su capacidad para hacer ejercicio durante periodos más largos (aumento de la resistencia).
  • Aumente la actividad a su propio ritmo y no tenga miedo de quedarse ligeramente sin aliento (4-5 en una escala de 0-10).
  • Mejore su fuerza muscular (levantando pesas).
  • Al final del entrenamiento, reduzca la velocidad de la actividad, estire los músculos que haya usado y permita que la respiración vuelva a la normalidad (enfriamiento).

Recuerde: el ejercicio puede aportar muchos beneficios y ser agradable, incluso con un problema de salud a largo plazo. Aunque las tareas parezcan difícil al principio, si las aborda de una en una y a su propio ritmo notará rápidamente una mejora en sus síntomas.