Un estudio ha mostrado el modo en que las vacunaciones han afectado a la propagación de la tos ferina durante estos años.
La vacunación contra la enfermedad comenzó entre 1940 y 1960 alrededor del mundo. Aunque se han reducido las tasas de infección y el número de muertes, la tos ferina no se ha erradicado completamente, y nuevas cepas de la bacteria hacen que esta enfermedad siga apareciendo.
La investigación, presentada en la publicación mBio, utilizó una tecnología avanzada para estudiar en detalle 343 cepas diferentes recogidas en distintos lugares del mundo durante los últimos 100 años y, de este modo, comprender el impacto de la vacunación.
A través de un detenido estudio de la bacteria, los investigadores descubrieron información que podría llevar a estrategias de salud pública más efectivas para el control de la enfermedad. Además del desarrollo de nuevas vacunas, los cambios sugeridos incluyen la vacunación de mujeres embarazadas y adultos que estén en contacto con recién nacidos.
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