Trasplante de pulmón

El trasplante de pulmón es una opción para algunos pacientes con enfermedad pulmonar grave en los que otros tratamientos han dejado de funcionar.

Última actualización 11/01/2024
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Qué es un trasplante de pulmón y quién puede necesitarlo


A lung transplant is an option for some patients with severe lung disease when other treatments will no longer work.

El trasplante de pulmón es una opción para algunos pacientes con enfermedad pulmonar grave en los que otros tratamientos han dejado de funcionar.

El procedimiento no es idóneo para todo el mundo. No se trata de un método de curación, ya que conlleva tanto riesgos como beneficios. Para las personas elegidas para recibir un trasplante de pulmón, puede constituir la mejor oportunidad de disfrutar de una vida más larga y de mejor calidad.

El trasplante de pulmón consiste en extirpar el pulmón enfermo o disfuncional y sustituirlo por un pulmón sano de un donante.

Por lo general, el donante es una persona que ha fallecido. En casos muy excepcionales, una persona viva puede donar una pequeña parte de uno de sus pulmones. Más información sobre la donación de órganos

La opción del trasplante de pulmón puede plantearse si:

  • La persona padece una enfermedad pulmonar grave que no responde a otros métodos de tratamiento.
  • La esperanza de vida de la persona es corta si no se le realiza un trasplante.

Existen varios tipos de trasplante:

  • Trasplante de un solo pulmón: consiste en extirpar el pulmón dañado del paciente y sustituirlo con un pulmón de un donante.
  • Trasplante de pulmón doble: consiste en extirpar los dos pulmones del paciente y sustituirlos con los dos pulmones de un donante.
  • Trasplante de corazón-pulmón: consiste en extirpar el corazón y los dos pulmones del paciente y sustituirlos con el corazón y los dos pulmones de un donante.

Las enfermedades susceptibles de tratamiento con un trasplante de pulmón incluyen:

  • Fibrosis quística (FQ)

    En casos graves de FQ, cuando los pulmones dejan de funcionar, puede considerarse la posibilidad de un trasplante. En estos casos, siempre se requiere un trasplante de pulmón doble, pues la enfermedad afecta a los dos pulmones. Por lo general, estos pacientes tienen entre 20 y 30 años de edad en el momento en que precisan nuevos pulmones.

  • Enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), también conocida como enfisema

    El trasplante de pulmón es una opción para un reducido número de personas con EPOC y exclusivamente después de haber probado otros tratamientos (incluida la rehabilitación pulmonar). En la mayoría de los países, existe un límite de edad para poder optar al trasplante, ya que las personas de edad avanzada tienen una menor probabilidad de supervivencia.

  • Déficit de alfa-1 antitripsina (DAAT)

    Las personas con DAAT pueden necesitar un trasplante de pulmón simple o doble. Como en todas las demás enfermedades, solo se plantea cuando han fracasado todas las demás opciones de tratamiento.

  • Enfermedades pulmonares intersticiales (EPI), como la fibrosis pulmonar (FP) o la sarcoidosis

    Las personas con casos graves de estas enfermedades raras que además empeoran con el tiempo pueden ser aptas para recibir un trasplante de pulmón simple o doble.

  • Linfangioleiomiomatosis (LAM)

    El trasplante de pulmón es una posibilidad para las personas con LAM, si bien solo se realiza en casos graves. En estos casos, el trasplante de pulmón doble es más frecuente que el simple.

  • Hipertensión pulmonar (HP)

    En personas con hipertensión pulmonar grave para las que no se dispone de otros tratamientos médicos o quirúrgicos, puede plantearse un trasplante de pulmón doble. De hecho, se trata del procedimiento más habitual. En contadas ocasiones es necesario un trasplante de corazón-pulmón.

Decidir si un paciente es un candidato idóneo para un trasplante de pulmón


Antes de derivar a una persona para que se le practique un trasplante de pulmón, hay que tener en cuenta numerosos aspectos complejos. Es preciso que la enfermedad de la persona afecte gravemente a su calidad de vida, así como que reduzca su esperanza de vida. La decisión
de si un paciente es un candidato idóneo la toman varios profesionales sanitarios, que analizan la probabilidad de que la intervención tenga un buen resultado y si existen factores de riesgo que puedan impedirlo.

La Sociedad Internacional de Trasplantes de Corazón y Pulmón ha elaborado una serie de guías clínicas para ayudar a los profesionales sanitarios a decidir si un paciente es un candidato idóneo para un trasplante de pulmón.

Estas guías clínicas recomiendan iniciar la derivación para un trasplante de pulmón antes de que la intervención sea urgente. De este modo, los profesionales sanitarios dispondrán de un margen de tiempo para abordar cualquier obstáculo que pueda impedir que la persona reciba el trasplante, como un peso corporal extremadamente alto o bajo o no estar al día con el calendario de vacunación.

Si sus médicos consideran que un trasplante de pulmón puede ser una buena opción para usted, se lo comentarán. Si accede, le derivarán a un centro de trasplantes para que allí le hagan la evaluación correspondiente.

Las guías clínicas recomiendan que una evaluación completa incluya lo siguiente:

  • Determinar la gravedad de la enfermedad pulmonar y en qué fase se encuentra
  • Examinar el funcionamiento del organismo, incluidas comprobaciones rutinarias como la medición de la tensión arterial
  • Determinar si el peso es demasiado alto o demasiado bajo
  • Comprobar la resiliencia, es decir, la capacidad para recuperarse de enfermedades y lesiones
  • Determinar si existen otras enfermedades y, en su caso, la gravedad de estas
  • Evaluar el bienestar mental, el estilo de vida y la red de apoyo
  • Revisar cualquier comportamiento relacionado con la salud que pueda afectar a la recuperación y a la supervivencia a largo plazo; por ejemplo, el tabaquismo

Las evaluaciones varían de un centro de trasplantes a otro. En cualquier caso, todas las evaluaciones incluirán varias pruebas y exploraciones, además de conversaciones con distintos miembros del equipo de trasplantes.

Pruebas

Se realizarán pruebas para cerciorarse de que los demás órganos principales —como el corazón, los riñones y el hígado— soportarán la intervención quirúrgica y funcionarán correctamente después del trasplante. Es probable que la batería de pruebas incluya:

  • Análisis de sangre: Son necesarios para conocer su estado general de salud y detectar cualquier posible signo de infección. También permiten determinar el grupo sanguíneo. Esto es indispensable para poder asignarle un donante del mismo grupo sanguíneo que usted. Los análisis de sangre también pueden determinar los niveles de anticuerpos. Los anticuerpos los libera el sistema inmunitario, que se encarga de combatir los patógenos y las infecciones. Los anticuerpos se forman cuando el organismo detecta virus o bacterias que considera invasores extraños. También pueden formarse para atacar tejido extraño (células de otro cuerpo humano). Si su cuerpo ha estado expuesto a tejido extraño con anterioridad —ya sea como consecuencia de un trasplante previo, una transfusión de sangre o un embarazo—, es posible que en su organismo ya haya un elevado número de anticuerpos preparados para atacar tejido extraño, como un pulmón trasplantado. Es muy difícil eliminar estos anticuerpos y pueden aumentar el riesgo de rechazo del nuevo pulmón. Las pruebas revelarán los niveles de estos anticuerpos y su equipo sanitario le explicará los resultados.
  • Pruebas pulmonares: Pueden incluir una radiografía o una tomografía computarizada de tórax, una prueba para comprobar los niveles durante el esfuerzo o pruebas de la función pulmonar, como una espirometría o una prueba de transferencia de gases.
  • Pruebas de otros órganos: Se realizarán diversas pruebas adicionales para comprobar el funcionamiento de otros órganos importantes, como el corazón, el hígado y los riñones.

Riesgos y beneficios

A una persona se la incluye en la lista de trasplantes cuando su afección pulmonar está afectando gravemente a su calidad de vida y, de no realizarse el trasplante, tiene poco tiempo de vida por delante. Llegados a este punto, los beneficios de un trasplante de pulmón son, por lo general, superiores a los riesgos. Es importante que analice los beneficios y los riesgos con el equipo de profesionales sanitarios que lo trata, para asegurarse de que entiende perfectamente el proceso y los resultados.

“El trasplante no cura todos los síntomas ni elimina por completo la necesidad de controlar la enfermedad. Es probable que cambie el conjunto de síntomas y el tratamiento de una enfermedad por otros. Normalmente, después del trasplante, los síntomas son más fáciles de controlar, aunque es probable que tenga que convivir con ellos el resto de su vida”. -Receptor de trasplante del Reino Unido.

Beneficios

El principal beneficio de un trasplante de pulmón es que puede alargar su vida. El trasplante puede ser una opción si es probable que muera pronto de no someterse a la intervención. Las personas que se someten a un trasplante de pulmón pueden:

  • Vivir más tiempo
  • Disfrutar de una mejor calidad de vida
  • Tener más energía
  • Poder realizar actividades cotidianas con más facilidad
  • Experimentar una mejora de los síntomas

Riesgos

Un trasplante de pulmón es una intervención quirúrgica complicada y existe un alto riesgo de que surjan complicaciones. Algunos de estos riesgos están relacionados con la propia intervención quirúrgica; otros derivan de la medicación que se debe tomar después del trasplante.

Los riesgos del trasplante de pulmón incluyen:

  • Riesgos comunes a toda intervención quirúrgica, como hemorragias, coágulos sanguíneos o problemas con la medicación anestésica.
  • Posibilidad de que el cuerpo rechace el nuevo órgano. Esto puede controlarse con medicación y es poco frecuente que se produzca el fracaso total del órgano.
  • Posibilidad de tener que someterse a operaciones posteriores para abordar las complicaciones surgidas.
  • Infección. Si bien la infección es un riesgo inherente a toda intervención quirúrgica, el riesgo es mayor después de un trasplante, ya que es preciso tomar medicación para debilitar el sistema inmunitario y así impedir que el cuerpo rechace el órgano; sin embargo, esto también causa una disminución de las defensas contra las infecciones y el cáncer.
  • Aumento del riesgo de desarrollar determinados tipos de cáncer.
  • Riesgo de morir a causa del trasplante y de las complicaciones que pueden surgir.

¿Cómo debe prepararse para un trasplante de pulmón?


Si se ha determinado que es apto para someterse a un trasplante de pulmón, se le inscribirá en una lista de espera de trasplantes. La gestión de estas listas varía en función del país. Normalmente, la lista incluye a todas las personas que esperan un trasplante de cualquier órgano. No se trata de una lista en la que se asciende a medida que pasa el tiempo, sino de una base de datos de personas y sus necesidades. Así, es posible asignarle un órgano de donante cuando haya uno disponible. Algunos países tienen una lista distinta para las personas que necesitan donantes con más urgencia, si su estado ha empeorado mucho con el transcurso del tiempo.

Esperar la llamada

Muchas personas manifiestan que el tiempo de espera en la lista puede llegar a ser muy estresante. No hay forma de saber durante cuánto tiempo va a tener que esperar a que haya un donante ni cuándo recibirá la llamada.

Es habitual recibir llamadas de «falsa alarma», es decir, convocatorias para un trasplante que finalmente no llega a realizarse por algún motivo. También es posible que le llamen como sustituto de la persona seleccionada en primer lugar para recibir el órgano. Esto se hace por si esa persona no pudiera recibir el órgano; por ejemplo, si su estado de salud no le permite someterse a la intervención. Sin duda puede ser un periodo emocionalmente turbulento, por lo que es importante que busque ayuda si siente que su bienestar mental se está resintiendo.

Durante el tiempo que permanezca en la lista de espera, su equipo sanitario controlará su estado y actualizará la lista con cualquier cambio que se produzca. Es probable que le citen periódicamente para comprobar su estado de salud, revisar los resultados de los análisis de sangre y comprobar si se ha vacunado hace poco.

Es importante que el centro de trasplantes pueda ponerse en contacto con usted en todo momento, así que tenga a mano siempre su teléfono. En caso de que sus datos de contacto cambien, recuerde informar siempre a su equipo sanitario. Cuando reciba la llamada telefónica, lo normal es que tenga que acudir al hospital para someterse a la intervención quirúrgica en pocas horas. El trasplante debe realizarse con rapidez porque los pulmones donados no pueden sobrevivir fuera del cuerpo durante mucho tiempo sin ser trasplantados.

Cuidarse mientras espera

Es importante que cuide su salud mientras espera el trasplante. Cada vez hay más datos que avalan que un programa de rehabilitación puede beneficiar a las personas que esperan un trasplante. Estos programas suelen incluir entrenamiento físico, asesoramiento en materia de cambios en la dieta y el estilo de vida y apoyo a la salud mental. El objetivo es ayudar al paciente a prepararse para la intervención y contribuir a que tenga la mayor probabilidad de recuperación tras la operación. La Sociedad Europea de Trasplante de Órganos (ESOT) ha elaborado un documento en el que se recogen las opiniones de los expertos sobre cómo puede ayudar la rehabilitación antes de un trasplante.

Antes, durante y después de la intervención

Una vez que le hayan propuesto ser receptor de un pulmón donado, el equipo sanitario le invitará a acudir al centro de trasplantes lo antes posible. A partir de ese momento, no debe comer ni beber nada, para preparar su cuerpo para la intervención.

Se le administrará anestesia general para dormirle durante la intervención. La duración
de la operación puede oscilar entre 4 y 12 horas. Se le introducirá un tubo por la boca o la nariz hasta las vías respiratorias a fin de mantenerlas abiertas durante la intervención.

Se le hará un corte (incisión) en el pecho y el cirujano extirpará el pulmón existente. El tipo de incisión dependerá de las necesidades del caso y de las preferencias del cirujano. A continuación, el nuevo pulmón se fijará mediante puntos de sutura y el equipo comprobará si funciona correctamente.

En un trasplante de pulmón doble, se extirpa un pulmón y luego el otro. El pulmón más dañado
es el que se extrae en primer lugar. Una vez que se ha trasplantado el primer pulmón y se ha comprobado que funciona correctamente, se extrae el segundo pulmón y se trasplanta el nuevo.

Una vez finalizada la intervención, permanecerá en una unidad de cuidados intensivos. La unidad de cuidados intensivos puede ser un lugar abrumador para usted y sus familiares o cuidadores. Además, existe la posibilidad de que experimente confusión, delirio o ansiedad extrema cuando se despierte de la intervención.

El equipo médico le vigilará atentamente durante este tiempo para detectar cualquier problema. Es probable que reciba medicación fuerte para aliviar el dolor y prevenir infecciones o el rechazo del órgano. En esta fase, la medicación suele administrarse a través de una sonda, junto con los líquidos adicionales que necesite durante la recuperación.

Si todo va bien, después de unos días en la unidad de cuidados intensivos es probable que permanezca en el hospital mientras se recupera. Es posible que haya perdido algo de fuerza muscular en el periodo previo al trasplante y durante su estancia en la unidad de cuidados intensivos. Esta pérdida se recuperará gradualmente, a medida que vaya ganando fuerza. La mayoría de los centros de trasplantes ofrecen fisioterapia o rehabilitación para ayudar a los pacientes durante su estancia en el hospital.

Cuando el equipo de trasplantes considere que se encuentra lo suficientemente bien, volverá a casa para seguir con su recuperación. En casa, tendrá que tomar medicamentos que alterarán su sistema inmunitario (inmunosupresores) para reducir el riesgo de rechazo. Se concertarán citas para que acuda periódicamente al centro durante las semanas y meses posteriores, mientras se recupera.

¿Cómo cambiará su vida después del trasplante?


La recuperación después de la intervención puede ser una etapa dura. Necesitará que alguien le ayude en su cuidado durante este tiempo. Es importante que descanse y duerma mientras se recupera, se acostumbra a la nueva medicación y controla el dolor u otros problemas. También deberá mantener limpia la herida quirúrgica. El equipo de trasplantes le indicará cómo hacerlo.

Además, tendrá que comprobar si hay signos de infección o rechazo del órgano. El equipo de trasplantes le dará una lista de factores que podrían indicar que algo no va bien. Esta lista podría incluir dificultad para respirar, fiebre superior a 38 °C, dolor de cabeza o vómitos intensos y dolor torácico de nueva aparición.

Después de los primeros 3-6 meses, el riesgo de rechazo del pulmón es mucho menor. Durante este periodo, es probable que vaya recuperando la fuerza y empiece a retomar sus actividades habituales.

Medicación y cuidados en casa

Le prescribirán nuevos medicamentos, que deberá tomar una vez en casa. Estos medicamentos, llamados inmunosupresores, se administran para evitar que su organismo rechace el nuevo órgano. Deberá tomarlos durante el resto de su vida.

Es importante que respete las dosis recomendadas que se le hayan indicado. También se le indicará cuál es el mejor momento para tomar estos medicamentos y qué otros medicamentos y alimentos debe evitar. Antes de tomar cualquier otro medicamento, debe consultar con el equipo de trasplantes para saber si es seguro tomarlos.

También es posible que se le pida que se haga pruebas de función pulmonar en casa y que anote sus puntuaciones y se las envíe al equipo sanitario. De este modo, el equipo podrá comprobar la función de sus pulmones a lo largo del tiempo.

Ejercicio, estilo de vida y dieta

Necesitará descansar y recuperarse durante las primeras semanas posteriores al trasplante, pero también es importante que empiece a hacer ejercicio pronto; por ejemplo, caminando un poco cada día. Para empezar, puede recorrer distancias cortas y, con el tiempo, ir aumentando el nivel de esfuerzo incluyendo ejercicio que le haga sentir que le falta el aire. Esto es importante para prevenir la formación de coágulos después de la intervención, pero también para ayudar al organismo a adaptarse a los nuevos pulmones. Si tiene dudas, puede preguntar a su equipo sanitario cuál es el mejor tipo de ejercicio para usted. También es posible que le remitan a un equipo de fisioterapia para que le indiquen ejercicios y actividades específicas.

El equipo de trasplantes le recomendará cuándo es seguro volver a estudiar o trabajar, conducir y mantener relaciones sexuales.

También le aconsejará sobre los alimentos que debe evitar. Debe seguir una dieta sana y mantener un peso saludable. Además, no debe fumar ni exponerse al humo de otras personas, ni en su casa ni en ningún otro lugar. También debe evitar el alcohol.

Es importante que cuide bien sus dientes y encías para evitar infecciones. Además, es preciso que obtenga una receta de antibióticos antes de someterse a una intervención dental. El cáncer de piel es 10 veces más frecuente en personas que han recibido un trasplante de órganos, así que limite la exposición al sol en la medida de lo posible.

Vacunación

Después del trasplante, debe mantener al día el calendario de vacunación. Mientras esté tomando los medicamentos para suprimir su sistema inmunitario, tendrá un mayor riesgo de contraer infecciones. Las vacunas —como la de la gripe y la COVID-19— pueden contribuir a protegerle de estas enfermedades comunes. No obstante, debe consultar con su centro de trasplantes antes de vacunarse, ya que los receptores de trasplantes no deben recibir vacunas vivas. Más información sobre la vacunación

Cribado del cáncer

Las personas que han recibido un trasplante presentan un mayor riesgo de desarrollar cáncer. Es importante que acuda a todas las citas que se le indiquen para someterse a pruebas de detección del cáncer. Estas pruebas pueden incluir una citología cervical, un cribado de cáncer de mama o un cribado de cáncer de pulmón. Las pruebas de cribado disponibles serán diferentes según el país en el que viva.

Cómo se sentirá con el nuevo pulmón o los nuevos pulmones

Cada persona se siente de forma distinta después del trasplante. Algunas personas afirman sentir más ganas de vivir. Otras manifiestan sentirse inquietas por el cambio. Algunas personas tienen la dolorosa sensación de que, al no experimentar los mismos síntomas de antes, ya no pertenecen a la comunidad de pacientes de la que formaban parte.

Sean cuales sean sus sensaciones y sentimientos, tómese tiempo para reflexionar sobre cómo se siente y aceptarlo. Hable con su familia y amigos sobre lo que está viviendo. Es posible que el centro de trasplantes también le ofrezca servicios de apoyo psicológico o pueda sugerirle otros servicios a los que podría recurrir. También puede buscar el apoyo de otras personas que han pasado por la misma experiencia. Al final de esta página encontrará una lista de organizaciones de pacientes y grupos de apoyo.

A algunas personas también les reconforta escribir a la familia del donante para darle las gracias. Esto es posible en algunos países y suele hacerse de forma anónima. Consulte con el equipo de trasplantes si puede hacerlo.

Enlaces útiles e información adicional


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