Broncoscopia
La broncoscopia es un procedimiento que permite que un médico examine su tráquea, vías respiratorias y pulmones. Esta hoja informativa explica en qué consiste el procedimiento, por qué se utiliza y dos estudios de caso de broncoscopia en pacientes.
La experiencia de Breda con la broncoscopia
“Un médico me habló del procedimiento y de lo que se podía esperar: me pondrían una vía, también llamada cánula o catéter, la colocarían en la vena para administrar un sedante, que me haría sentir adormecida, y me anestesiarían la garganta con un espray. “Durante la broncoscopia me harían un lavado bronquial, es decir que introducirían y extraerían agua en mis pulmones. Me dijeron que el procedimiento duraría solo unos 15 minutos, y que sentiría mi garganta dolorida y seca. Al terminar, me sentí bien, solo tosí un poco y tenía dolor de garganta. Me fui a casa a descansar y al día siguiente ya estaba perfectamente. “A todos aquellos que puedan necesitar una broncoscopia, les diría que puede ser una experiencia preocupante si no sabes a lo que te enfrentas pero, si este procedimiento puede ayudar a los médicos a saber más sobre tus vías respiratorias y cómo tratarte, es una experiencia que merece la pena”.
Las broncoscopias se realizan con un fino instrumento de visión llamado broncoscopio. Es un tubo flexible con una cámara en su extremo, que permite al médico observar el interior de las vías respiratorias y los pulmones. Puede que necesite una broncoscopia si una radiografía de tórax o una tomografía computerizada (TAC) no han dado buenos resultados. Los resultados de la prueba pueden mostrar signos de una infección, exceso de mucosidad en las vías respiratorias, si existe una hemorragia, una obstrucción (por ejemplo, por algún alimento) en las vías respiratorias o un tumor.
¿Cómo se realiza el procedimiento?
El procedimiento suele realizarse en un quirófano o una sala preparada y es probable que usted esté tumbado en una posición confortable. Puede serle administrada una inyección para que permanezca adormecido durante el procedimiento. Le pulverizarán un anestésico local en la nariz y en la garganta para ayudar a dormir la zona. A continuación, se pasa el broncoscopio a través de la nariz o la boca y se baja por la garganta. Queda mucho espacio para respirar alrededor del broncoscopio.
Algunas broncoscopias pueden incluir la recogida de una pequeña cantidad de tejido de las vías respiratorias, lo que se conoce como biopsia, utilizando pinzas muy pequeñas. En ocasiones, se recogen células lavando el área y recogiendo el líquido, lo que se conoce como un lavado broncoalveolar. Las muestras recogidas son analizadas posteriormente para conocer más sobre la enfermedad de las vías respiratorias.
Preguntas clave
¿Tiene la prueba algún efecto secundario?
La posibilidad de complicaciones con este procedimiento es muy pequeña. Puede experimentar dolor de garganta y nariz al día siguiente. A algunos pacientes les sangra la nariz y expulsan flemas manchadas con sangre. En el estudio más amplio realizado hasta la actualidad, solo el 1% de unos 20.000 pacientes experimentó complicaciones importantes.1
¿Estaré despierto durante el procedimiento?
La mayoría de las personas soportan bien una broncoscopia sin necesidad de anestesia total. Sin embargo, los profesionales sanitarios comentarán con usted la sedación y le ayudarán a considerar ambas opciones antes de tomar una decisión. Según muestra la experiencia de Breda, usted puede recibir una inyección en una vena que le hará sentirse adormecido, aunque permanecerá despierto.
¿Cuánto dura el procedimiento?
El procedimiento normalmente dura unos 15-30 minutos.
¿Sentiré dolor?
Como puede ver por las experiencias de Breda y Marleen, la mayoría de las personas describen la sensación como incómoda, más que dolorosa. Se le administrará un anestésico local, que ayuda a dormir el área, por lo que usted no podrá sentirla.
1 Facciolongo N, Patelli M, Gasparini S, et al. Incidencia de las complicaciones en broncoscopias. Estudio prospectivo multicentros de 20.986 broncoscopias. Monaldi Arch Chest Dis 2009;71:8–14
La experiencia de Marleen con la broncoscopia
“Durante mi participación en un estudio científico sobre el asma el año pasado, se me practicaron dos broncoscopias en un día, y mentiría si dijera que fue fácil, pero tampoco fue tan aterrador como esperaba. “Es una experiencia muy intensa, pero no dolorosa. La parte más dura es controlar las ganas de toser, lo cual resulta antinatural. “Fue agradable tener un médico que me explicó detalladamente el procedimiento antes de comenzar. Esto me hizo sentir mejor preparada, porque sabía lo que iba a ocurrir y cómo me sentiría durante el procedimiento, por lo que resultó más fácil”.
Este material se ha recogido con la ayuda de Breda Flood, Marleen de Groot y el Profesor Norbert Krug.