Enfermedad vascular del pulmón
Hay dos tipos principales de enfermedades vasculares del pulmón: embolismo pulmonar e hipertensión pulmonar.
El embolismo pulmonar se produce cuando se bloquean las arterias de los pulmones. Suele ser el resultado de una trombosis venosa profunda; un coágulo de sangre en las venas, que puede romperse y moverse a lo largo del sistema venoso hasta el pulmón.
La hipertensión pulmonar está causada por la tensión sanguínea alta en las arterias pulmonares, que transportan sangre desde el corazón hasta los pulmones. Puede dañar la parte derecha del corazón y evitar la correcta circulación de la sangre por del cuerpo. Puede hacer que falle el corazón y causar la muerte.
Síntomas
EMBOLISMO PULMONAR
Las personas con embolismo pulmonar pueden no tener síntomas, o pueden experimentar alguno de los siguientes:
- Dificultades respiratorias
- Dolor en el tórax
- Tos
- Expectoración con sangre
- Fiebre
- Aceleración del ritmo cardíaco
- Respiración agitada
- Desmayos
HIPERTENSIÓN PULMONAR
Los síntomas de la hipertensión pulmonar pueden incluir:
- Dificultades respiratorias
- Cansancio extremo (fatiga)
- Reducción de la capacidad para el ejercicio
- Dolor en el tórax
- Expectoración con sangre
- Ronquera
Causas
EMBOLISMO PULMONAR
El embolismo pulmonar suele ser la consecuencia de un coágulo de sangre en las piernas o la pelvis. El coágulo se puede separar y viajar a través del sistema venoso hasta las arterias pulmonares. Ciertos grupos de personas presentan más riesgo de desarrollar coágulos de sangre, incluidos los ancianos, las personas que han sido sometidas a procesos médicos o quirúrgicos con periodos prolongados en cama, las personas con antecedentes de formación de coágulos y aquellas bajo terapia de sustitución hormonal y contraconcepción oral.
HIPERTENSIÓN PULMONAR
Las causas de la hipertensión pulmonar varían según los genes de cada persona, otras enfermedades existentes o, en algunos casos, no hay causa conocida (idiopática).
Existen muchas formas diferentes de hipertensión pulmonar, y cada una tiene un tratamiento diferente. Los médicos clasifican la enfermedad en cinco grupos diferentes:
- Hipertensión arterial pulmonar (HAP) debida a diferentes causas
- Hipertensión pulmonar debida a enfermedades cardíacas del lado izquierdo
- Hipertensión pulmonar debida a enfermedades pulmonares o falta de oxígeno (hipoxia)
- Hipertensión pulmonar tromboembólica crónica, en la que los vasos se obstruyen o se estrechan por los coágulos de sangre
- Hipertensión pulmonar sin causa clara o con varias causas diferentes
Prevención
EMBOLISMO PULMONAR
Se pueden administrar medicamentos preventivos, como la heparina, para reducir la posibilidad de que se produzca un coágulo y, de este modo, un embolismo pulmonar. Se pueden administrar medicamentos antivitamina K tras un embolismo pulmonar para reducir el riesgo de formación de coágulos. Se encuentran en desarrollo medicamentos anticoagulantes orales, que se pueden recetar fácilmente y requieren menos supervisión.
HIPERTENSIÓN PULMONAR
Las personas con enfermedades pulmonares a largo plazo deberán recibir terapia de oxígeno para evitar el desarrollo de hipertensión pulmonar. No se conoce ningún método para prevenir la hipertensión arterial pulmonar.
Tratamiento
EMBOLISMO PULMONAR
Con frecuencia, resulta difícil diagnosticar el embolismo pulmonar. Los médicos se basan en la identificación de los síntomas y la historia médica del paciente, junto con pruebas rutinarias, como una radiografía de tórax o un electrocardiograma.
Las pruebas para comprobar la enfermedad también incluyen un análisis de sangre, denominado D-dimer, para descartar el embolismo pulmonar, y la angiografía por tomografía computerizada (TC), una técnica de imagen que emplea rayos X, un TAC e imagen por resonancia magnética (IRM).
En una situación de emergencia, una prueba denominada ecocardiografía «bedside», que utiliza ultrasonidos para crear imágenes del corazón, puede ayudar en el diagnóstico del EP. Además, los ultrasonidos pueden ayudar a comprobar si hay un coágulo en las venas de la pierna o la pelvis que podría causar un EP.
Se pueden usar medicamentos conocidos como anticoagulantes para tratar el embolismo pulmonar. Se puede administrar oxígeno suplementario a las personas que tienen dificultades para respirar. Los medicamentos trombolíticos, que ayudan a disolver los coágulos de las arterias pulmonares, se recomiendan para personas con fallos cardíacos persistentes y alto riesgo de EP. Si estos tratamientos no funcionan, la cirugía para eliminar el coágulo es otra opción.
HIPERTENSIÓN PULMONAR
Es difícil lograr un diagnóstico precoz de la hipertensión arterial pulmonar (HAP) porque muchos pacientes tiene pocos o ningún síntoma o simplemente no parecen encontrarse bien. La HAP puede desarrollarse a cualquier edad, pero la edad media de una persona diagnosticada de HAP es de 50 años. Los médicos se basan en el análisis de los síntomas de la persona y la observación de otros factores, como la edad u otras enfermedades existentes. Muchas personas acuden al médico tarde en el curso de la enfermedad con signos de fallo cardíaco del lado derecho.
Es difícil lograr un diagnóstico precoz de la hipertensión arterial pulmonar (HAP) porque muchos pacientes tiene pocos o ningún síntoma o simplemente no parecen encontrarse bien. La HAP puede desarrollarse a cualquier edad, pero la edad media de una persona diagnosticada de HAP es de 50 años. Los médicos se basan en el análisis de los síntomas de la persona y la observación de otros factores, como la edad u otras enfermedades existentes. Muchas personas acuden al médico tarde en el curso de la enfermedad con signos de fallo cardíaco del lado derecho.
Los programas de monitorizado para ayudar en la identificación de las personas con riesgo alto de hipertensión pulmonar son un medio útil para lograr un diagnóstico temprano.
No se conoce cura para la hipertensión pulmonar, pero medicamentos básicos como los anticoagulantes y la administración de oxígeno pueden ayudar. Se puede tratar a los pacientes de hipertensión arterial pulmonar con terapias específicas, conocidas como prostaciclinas, antagonistas de los receptores endoteliales o inhibidores de la fosfodiesterasa tipo 5.
Si la hipertensión pulmonar se debe a una enfermedad tromboembólica crónica, se puede curar con una operación quirúrgica conocida como endarteroctomía pulmonar, eliminando el coágulo y el material cicatrizado de los vasos sanguíneos (arterias) de los pulmones.
Si la enfermedad es grave, el trasplante de pulmón puede ser una opción. Si la hipertensión pulmonar está relacionada con problemas cardíacos o pulmonares a largo plazo, se recomienda el tratamiento de la enfermedad subyacente.