Infecciones respiratorias de vías bajas
Una infección respiratoria de vías bajas es una infección que afecta a las vías respiratorias bajas o los pulmones. Es una de las principales causas de enfermedad y muerte en niños y adultos en todo el mundo. La importancia de las infecciones respiratorias de vías bajas puede subestimarse porque no están bien definidas.
Enfermedades
Las principales infecciones incluyen:
Bronquitis aguda y bronquiolitis
La bronquitis aguda es una infección a corto plazo de las vías respiratorias.
La bronquiolitis es una infección de las vías respiratorias bajas que afecta a bebés y niños menores de 2 años. Es la causa más común de ingreso hospitalario de bebés menores de un año.
Gripe
La gripe aparece en epidemias anuales y, ocasionalmente, pandemias, en las que el brote cubre áreas geográficas incluso mayores. Las formas más graves de esta infección pueden observarse en personas mayores de 65 años, niños menores de 2 años y personas de cualquier edad con determinados estados de salud. Hay varias condiciones subyacentes que pueden aumentar el riesgo de hospitalización por gripe. Incluyen la diabetes y enfermedades cardíacas, pulmonares y neurológicas, incluido el asma.
Neumonía
La neumonía es una infección de los pulmones, y la causa más frecuente de muerte por infección en Europa y Estados Unidos. Sus síntomas tienen una duración de 3-4 semanas y es más común en niños muy pequeños y personas de edad avanzada. Existen tres tipos de neumonía:
- Neumonía adquirida en la comunidad (NAC), que se contrae por contacto con la infección en la vida diaria
- Neumonía intrahospitalaria, que se contrae tras permanecer un periodo de tiempo en hospitalización
- Neumonía asociada a la ventilación mecánica (NAV), que se adquiere tras una intervención denominada intubación endotraqueal, cuando se introduce un tubo en la tráquea para ayudar a una persona a respirar
Síntomas
Bronquitis aguda y bronquiolitis
El principal síntoma de la bronquitis aguda es una tos que no se puede explicar por una patología pulmonar existente a largo plazo. La bronquiolitis causa en bebés y niños síntomas prolongados de sibilancia y tos, con una duración de semanas y meses tras los primeros síntomas.
Gripe
La forma más usual de manifestación de la gripe son fiebre, dolor muscular, dolor de cabeza, tos, irritación de garganta y congestión nasal. Si la infección es más grave, puede causar neumonía.
Neumonía
Las personas con neumonía experimentan tos junto con otros síntomas, como fiebre o dificultades respiratorias sin una causa obvia.
Causas
Las infecciones son causadas por pequeños organismos, conocidos como bacterias o virus. Existen millones de organismos a nuestro alrededor.
Los virus son transportados en pequeñas gotas que se pasan de unas personas a otras cuando alguien con el virus tose o estornuda. Las personas infectadas producen anticuerpos para luchar contra el virus. Una vez superada la infección, podrán luchar contra ella de nuevo. Con el paso del tiempo, el virus puede mutar en diferentes formas, lo que significa que el cuerpo quizás no disponga de los anticuerpos correctos para luchar contra él de nuevo.
Bronquitis aguda y bronquiolitis
Casi el 90 % de casos de bronquitis aguda están relacionados con virus como el de la gripe y los rinovirus. Menos del 10 % tienen que ver con bacterias.
Con mucha frecuencia, la bronquiolitis tiene como causa un virus respiratorio sincitial (VRS) en niños y bebés.
Gripe
Existen tres virus de la gripe: A, B y C. El tipo A tiene el mayor impacto, el B tiene síntomas menos graves y el C no causa ninguna enfermedad en humanos.
Cuando se desarrolla un nuevo brote para el cual nuestro cuerpo no está preparado, puede extenderse por todo el mundo. Este fue el caso de la denominada ‘gripe porcina’ en 2009.
Neumonía
La causa más común de la neumonía en adultos es una bacteria denominada Streptococcus pneumonia. Los virus también pueden causar neumonía, con mayor frecuencia el virus respiratorio sincitial (VRS) en niños y, en ocasiones, gripe. La neumonía intrahospitalaria está causada por gérmenes de los hospitales, mientras que la neumonía adquirida en la comunidad (NAC) la causan diferentes gérmenes de la comunidad.
Prevención
Las vacunaciones son la mejor forma de prevenir las infecciones. Las vacunas contra la neumonía y la gripe suelen administrarse a grupos con mayor riesgo, como ancianos o personas muy jóvenes, y los protege contra la enfermedad. En la actualidad no se dispone de ninguna vacuna para el virus respiratorio sincitial (VRS), pero se están desarrollando trabajos de investigación para este fin.
Tratamiento
Uno de los modos para tratar una infección es la administración de medicamentos denominados antibióticos. Los antibióticos solo deben recetarse cuando es necesario; de lo contrario, se puede desarrollar la denominada resistencia a los antibióticos.
La resistencia a los antibióticos se produce cuando las bacterias se exponen con regularidad al mismo medicamento durante un tiempo y, finalmente, mutan y desarrollan la resistencia a ese medicamento. El uso de antibióticos para el tratamiento de enfermedades que no son graves acelera el problema de la resistencia a los antibióticos frente a la utilización que debe hacerse solo para casos graves.
Bronquitis aguda y bronquiolitis
Cuando una persona sospecha que padece bronquitis, no es necesario que acuda al médico para su diagnóstico, a menos que los síntomas sean graves o persistentes. La mayoría de los casos de bronquitis aguda no requieren un tratamiento con medicamentos, y los síntomas se pueden superar en casa con reposo e ingiriendo líquidos. Los antibióticos no tienen efecto sobre los virus, por lo que no se recetan para el tratamiento de la bronquitis aguda.
La bronquiolitis se diagnostica controlando los síntomas y analizando la respiración del niño. Los bebés infectados por el virus respiratorio sincitial (VRC) suelen requieren cuidados, pero no medicación. En casos extremadamente graves, se les administra medicación antiviral.
Gripe
Las personas sanas y en buen estado físico no necesitan acudir al médico para el diagnóstico de la gripe. Generalmente, los síntomas de la gripe pueden tratarse en casa con reposo y bebiendo mucha agua. También se utilizan medicamentos antivirales para tratar la gripe en personas que pueden desarrollar otras complicaciones. También se utilizan medicamentos antivirales para tratar la gripe en personas que pueden desarrollar otras complicaciones. Un médico diagnosticará la gripe basándose en los síntomas y la historia médica si la persona pertenece a un grupo de riesgo.
Neumonía
Se puede usar una radiografía para comprobar la neumonía y es probable que aparezcan zonas oscuras en los pulmones en presencia de una infección. Para tratar la neumonía se utilizan antibióticos y se harán diferentes enfoques según el riesgo de la persona y la gravedad de la enfermedad.