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Cigarrillos electrónicos, tabaco calentado y productos de tabaco sin humo

Los productos que contienen nicotina, como los cigarrillos electrónicos, los productos de tabaco calentado y las bolsitas de nicotina sin humo están volviéndose cada vez más populares como alternativa a los cigarrillos. Esta página examina los diferentes productos disponibles y considera si utilizarlos es seguro para los pulmones.

Última actualización 26/06/2024
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Cigarrillos electrónicos


Los cigarrillos electrónicos son dispositivos que funcionan con baterías y que suelen contener nicotina. Permiten a los usuarios inhalar vapor que libera nicotina sin quemar tabaco. A veces se denominan sistemas electrónicos de administración de nicotina (SEAN) y este término también incluye dispositivos como los vapeadores, las narguilas electrónicas, las pipas electrónicas y los puros electrónicos. Estos dispositivos funcionan calentando un líquido que se convierte en vapor para que el usuario lo inhale o «vapee». Aunque el vapor puede parecer vapor de agua, no contiene agua alguna. El líquido está hecho de productos químicos como propilenglicol y/o glicerina y puede tener diferentes sabores y diferentes cantidades de nicotina, que el usuario puede seleccionar.

¿Es seguro usar los cigarrillos electrónicos?


La investigación sobre la seguridad que ofrecen los cigarrillos electrónicos es complicada, ya que hay diferencias entre los dispositivos y la forma en que las personas utilizan los dispositivos. Asimismo, los cigarrillos electrónicos están cambiando constantemente con el surgimiento de nuevos dispositivos; en la actualidad hay cientos de marcas y miles de sabores disponibles. Puesto que los productos son relativamente nuevos, todavía no existen estudios a largo plazo que analicen el impacto de los cigarrillos electrónicos a lo largo de la vida de una persona. Las enfermedades causadas por el hábito de fumar pueden tardar entre 30 y 50 años en desarrollarse y los cigarrillos electrónicos solo vienen utilizándose de forma amplia desde comienzos de la década de 2000. Esto significa que aún no se conoce la seguridad que ofrecen a largo plazo.

La mayoría de los cigarrillos electrónicos contienen diferentes niveles de nicotina, dependiendo del dispositivo. Se ha descubierto a través de diversos estudios que la nicotina es dañina para la salud, afectando el desarrollo del cerebro hasta los 25 años. También es una sustancia adictiva y la gente comienza a desearla cuanto más la usa.

Existen muchos estudios que han examinado el impacto a corto plazo de los cigarrillos electrónicos en la salud. Estos estudios han encontrado sustancias químicas tóxicas y cancerígenas en el vapor de los cigarrillos electrónicos. Aunque los niveles de algunas de estas sustancias son más bajos que en los cigarrillos tradicionales, todavía existe la preocupación de que puedan ser perjudiciales. Un análisis de 2019 descubrió que incluso los líquidos de los cigarrillos electrónicos sin nicotina contienen 243 sustancias químicas únicas, incluidos venenos conocidos y sustancias que están prohibidas.

Existen pruebas de que las células del cuerpo que están expuestas al vapor de los cigarrillos electrónicos se dañan y dejan de funcionar. También existen pruebas de la relación entre la inhalación del vapor y una mayor probabilidad de inflamación e infecciones en los pulmones. La inflamación en los pulmones puede causar dificultad para respirar, falta de aire y tos seca.

Diversos estudios han demostrado que usuarios sanos de cigarrillos electrónicos tienen irritación en las vías respiratorias y síntomas de bronquitis. Estudios de gran magnitud han revelado que los usuarios de cigarrillos electrónicos presentan con más frecuencia síntomas en los pulmones que las personas que nunca los han utilizado.

En 2019 comenzó a observarse una enfermedad conocida como lesión pulmonar relacionada con el vapeo. Una serie de médicos en Estados Unidos informó de casos de personas con síntomas que incluían falta de aire, fiebre, tos, vómitos, diarrea, dolor de cabeza, mareos y dolor en el pecho. En algunos casos, estos pacientes enfermaron gravemente y fueron hospitalizados y un pequeño número de pacientes murió, lo que se correspondía con los casos más extremos. Una revisión exhaustiva en 2023 proporcionó pruebas sólidas de que el uso de cigarrillos electrónicos podría causar lesiones pulmonares a corto plazo, envenenamiento, quemaduras, convulsiones y otros síntomas en los pulmones, especialmente en los jóvenes.

Casi todas las investigaciones independientes han revelado algunos efectos negativos de los cigarrillos electrónicos en la salud y la evidencia existente indica que este daño tendrá efectos duraderos y conducirá al desarrollo de enfermedades.

¿Los cigarrillos electrónicos pueden causar daño a otras personas?


No está claro si el vapor de un usuario de cigarrillos electrónicos puede tener un efecto dañino en otras personas que se encuentren en su proximidad. Esto se conoce como exposición secundaria. Si bien es muy probable que el daño causado por la exposición secundaria a los cigarrillos electrónicos sea menor que la exposición secundaria a los cigarrillos tradicionales, la reducida investigación disponible sugiere que puede haber cierto riesgo, sobre todo para personas vulnerables como ancianos, personas con enfermedades pulmonares o mujeres embarazadas. Además del riesgo de exposición, también hay un riesgo de daño derivado de la explosión de los dispositivos o de que estos se incendien espontáneamente. La mayoría de los expertos creen que se producen daños relacionados con el uso de los cigarrillos electrónicos, pero puesto que no existen datos a largo plazo sobre el desarrollo de enfermedades a lo largo de toda una vida, en este momento no es posible concluir cuán dañinos son los cigarrillos electrónicos.

¿Los cigarrillos electrónicos pueden ayudar a los fumadores a dejar de fumar?


A menudo los fumadores que están intentando dejar de fumar utilizan cigarrillos electrónicos para lograrlo. No obstante, ninguna marca de cigarrillos electrónicos ha sido aprobada como ayuda para dejar de fumar. Están disponibles algunos estudios que han mostrado que los cigarrillos electrónicos pueden utilizarse como ayuda para dejar de fumar, pero falta evidencia que muestre si funcionan tan bien como los métodos consolidados, como los parches y chicles de nicotina. Las investigaciones sugieren que la mayoría de los adultos compran cigarrillos electrónicos para dejar de fumar, pero muchos de ellos terminan usando tanto cigarrillos electrónicos como otros productos de tabaco.

En la actualidad, algunos países están considerando la posibilidad de ofrecer los cigarrillos electrónicos como parte de un plan de tratamiento para dejar de fumar, de manera similar a los métodos tradicionales para dejar el tabaco. Sin embargo, más de 40 países han prohibido la venta de cigarrillos electrónicos.

Los métodos tradicionales para dejar de fumar, como los parches y chicles de nicotina, suelen ofrecerse en farmacias, donde un farmacéutico puede ofrecer consejo y el usuario también puede ser remitido a servicios psicológicos para que le apoyen en la lucha contra su adicción. Estos métodos para dejar de fumar están regulados y tienen niveles controlados de nicotina. Por otra parte, los cigarrillos electrónicos pueden comprarse en tiendas a pie de calle y los usuarios habitualmente no accederán a ningún otro tipo de terapia para ayudarles a dejar de fumar. Los niveles de nicotina varían considerablemente y no están regulados por las agencias de salud pública.

Hay pruebas de que el uso de cigarrillos electrónicos ha llevado a niños y a adultos jóvenes a adquirir el hábito de fumar, ya que los usuarios de cigarrillos electrónicos tienen más probabilidades de probar productos de tabaco, lo que aumenta el número de personas que necesitan dejarlo.

Productos de tabaco calentado (productos que no se queman)


Los productos de tabaco calentado o de «tabaco sin humo» son dispositivos electrónicos que, a diferencia de los cigarrillos electrónicos, contienen tabaco. El tabaco se calienta a una temperatura alta, pero no se enciende. Estos productos no crean el humo habitual del cigarrillo, sino un vapor que el usuario inhala. Contiene nicotina, aditivos y, a menudo, tiene sabor. Los niveles de nicotina son muy variables entre las diferentes marcas.

El tabaco es tóxico y contiene toxinas que pueden causar cáncer en todas sus formas. La Organización Mundial de la Salud considera que todas las formas de consumo de tabaco son dañinas, incluidos los cigarrillos electrónicos, los productos que no se queman y el tabaco sin humo.

En la actualidad no hay pruebas que demuestren que estos productos sean menos dañinos en ninguna medida que los cigarrillos convencionales. De hecho, se encontraron sustancias químicas nocivas en los productos de tabaco calentado en cantidades más altas que en el humo del cigarrillo tradicional. Existe cierta evidencia de que en los productos de tabaco calentado existen sustancias químicas nuevas que no están presentes en los cigarrillos tradicionales y que podrían ser tóxicas y dañinas. Los estudios tanto en animales como en humanos han sugerido que esos productos están relacionados con el aumento de la frecuencia cardíaca y la presión arterial después de su uso y pueden causar daño al corazón y los pulmones. También existen ciertas evidencias de que las toxinas que se encuentran en el vapor pueden causar cáncer. Algunos estudios también han demostrado que no se produjo una mejora de la función pulmonar o de la inflamación de los pulmones en fumadores que cambiaron al tabaco calentado. Actualmente no hay suficiente evidencia de si la exposición secundaria es dañina.

No existen pruebas que respalden las afirmaciones de los fabricantes de tabaco calentado de que los fumadores a menudo cambian de cigarrillos tradicionales al uso exclusivo de productos de tabaco calentado.

Bolsitas de nicotina y tabaco sin humo


Entre los productos de tabaco sin humo están el tabaco de mascar y el snus, que se coloca entre el labio y la encía. La composición de los productos de tabaco sin humo varía, pero se ha descubierto que muchos incluyen sustancias químicas cancerígenas. Las investigaciones han relacionado el consumo de tabaco sin humo con el cáncer, los accidentes cerebrovasculares y las enfermedades bucales y cardíacas. La evidencia del riesgo de cáncer debido al uso de snus no es concluyente.

Las bolsitas de nicotina son otro tipo de producto sin humo que se usa debajo del labio, de manera similar al snus, pero no contienen tabaco. En cambio, contienen nicotina en polvo, sales, saborizantes y edulcorantes. En el momento de escribir este artículo, en febrero de 2024, no están sujetos a las mismas regulaciones que otros productos de tabaco. Pueden comercializarse libremente sin ningún tipo de advertencias sanitarias.

Todavía no se dispone de suficiente evidencia sobre los riesgos para la salud a largo plazo de estos productos. Las primeras investigaciones han puesto de manifiesto contenidos alarmantemente altos de nicotina en estos productos, lo que plantea preocupaciones sobre el impacto en la salud bucal. Además, también se han encontrado sustancias cancerígenas en estas bolsas, que pueden contribuir al crecimiento tumoral.

Estrategias de reducción del daño del tabaco


Esta página ha ofrecido un resumen de la evidencia disponible sobre la seguridad de productos que afirman reducir la cantidad de daño para los usuarios en comparación con los cigarrillos tradicionales.

«Reducción del daño del tabaco» es un enfoque orientado a reducir el daño causado por el tabaquismo, cuando dejar de fumar por completo puede parecer inalcanzable para algunas personas. Existe cierto debate entre los legisladores sobre si esta estrategia debería implementarse para ayudar a las personas a dejar de fumar. Algunos expertos creen que reducir la cantidad de toxinas en el cuerpo es la cuestión más importante, incluso si algunas siguen quedándose en su interior. Otros creen que no debemos recomendar el uso de productos que tengan efectos perjudiciales, ni siquiera si es a niveles reducidos.

Todavía no hay pruebas suficientes para decir definitivamente si se deriva un menor riesgo de estos productos en comparación con los cigarrillos normales.

Como organizaciones que trabajan para promover la salud pulmonar, la recomendación de la European Respiratory Society (ERS) y la European Lung Foundation (ELF) es la siguiente: “Los pulmones humanos están diseñados para respirar aire puro, no toxinas ni carcinógenos, y se supone que el cuerpo humano no debe ser dependiente de drogas adictivas. La ERS y la ELF no pueden recomendar ningún producto que sea dañino para los pulmones ni para la salud humana. Incluso si tiene algún valor recomendarlos a personas que no han tenido éxito con el uso de métodos para dejar de fumar, existe un riesgo más amplio para la población. Este es particularmente el caso de los jóvenes que están empezando a usar cigarrillos electrónicos sin haber fumado antes».

Isabel Saraiva, expresidenta de la Fundación Europea del Pulmón, que lamentablemente falleció en 2024, había manifestado anteriormente: “Como exfumadora, comprendo que es tentador para las personas, que piensan que será más fácil dejar de fumar sustituyendo los cigarrillos por cigarrillos electrónicos. Si hubieran estado disponibles cuando yo estaba intentando dejarlo, no habría podido poner fin a mi adicción a la nicotina. Los pulmones están diseñados para respirar aire puro y solamente aire puro. Creo que los cigarrillos electrónicos son peligrosos, particularmente para los niños. Considero que la única forma posible de dejar de fumar para siempre es con ayuda profesional de profesionales sanitarios”.

Filippos Filippidis es presidente del Comité de Control del Tabaco y profesor de Salud Pública en el Imperial College de Londres, en el Reino Unido. El Dr. Filippidis explica la posición de ERS y ELF:

«Tenemos una serie de medidas de control del tabaco efectivas y basadas en la evidencia que, cuando se implementan adecuadamente, pueden ayudar a los fumadores a dejar de fumar; millones de ellos lo han hecho en las últimas décadas. Los planteamientos de reducción de daños mantienen la adicción a la nicotina, que es algo que la mayoría de los fumadores desprecian y también plantean el riesgo de exponer a los jóvenes que no fuman a productos nocivos».

Esta hoja informativa se elaboró en marzo de 2020 y se actualizó en febrero de 2024

Para obtener más información, lea la declaración de posición de la European Respiratory Society sobre los nuevos productos y la reducción de daños: https://erj.ersjournals.com/content/early/2024/02/01/13993003.01808-2023