Contaminación del aire interior

La contaminación del aire interior es un concepto que se utiliza para describir la exposición a ciertas sustancias que se encuentran en los hogares, las escuelas, el transporte, las estaciones de metro y otras áreas interiores. Se han encontrado más de 900 compuestos distintos en el aire interior, y algunos contaminantes pueden estar de 2 a 5 veces más concentrados en el interior que en el exterior de los edificios.

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¿De dónde proviene la contaminación del aire interior?


La contaminación atmosférica también se puede encontrar en el lugar de trabajo, pero generalmente los expertos la estudian por separado y la cualifican de riesgo para la salud relacionado con el trabajo u ocupacional.

La contaminación del aire interior puede estar generada por diversas fuentes:

Actividad humana

  • Tabaquismo
  • Combustible para calefacción y cocina
  • Materiales de limpieza

Edificio

  • Mala construcción
  • Mala ventilación

Alérgenos

  • Mascotas
  • Plantas
  • Polvo
  • Humedad

¿Cómo afecta la contaminación del aire interior a nuestros pulmones?


Las personas pasan más tiempo en interiores, por lo que la calidad del aire interior puede tener un gran impacto en la salud.

Material en partículas (PM)

Se trata de partículas diminutas suspendidas en el aire que se pueden inhalar. Los estudios han demostrado que entre el 50 % y el 90 % del total de las partículas presentes en el aire interior proceden de humo de tabaco. Se sabe que causa asma y sibilancias, especialmente en los niños.

Los distintos tipos de partículas se miden por su tamaño. Por ejemplo, PM10 se refiere a las partículas de hasta 10 micras de tamaño.

Los niveles de contaminación atmosférica se miden por la masa/volumen de emisión. La medida utilizada habitualmente es el número de microgramos de contaminantes por metro cúbico. El símbolo es μg/m3.

Combustibles de biomasa

Los combustibles de biomasa son emitidos por fuegos abiertos y estufas. Aproximadamente el 50 % de la población utiliza combustibles de biomasa para cocinar, calentarse e iluminarse, principalmente en los países menos desarrollados.

Los combustibles de biomasa producen altos niveles de partículas y monóxido de carbono (CO).

En una investigación realizada en 2010, se observó que el número de muertes atribuibles a la contaminación del aire en los hogares por combustibles sólidos, en todo el mundo, fue de 3 546 399, lo que representó más del 50 % de las muertes atribuibles a la contaminación atmosférica por partículas y ozono.

También se sabe que los combustibles de biomasa son un factor de riesgo para infecciones pulmonares, enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), asma, cáncer de pulmón y, ocasionalmente, tuberculosis (TB).

Los estudios han demostrado que utilizar biomasa como combustible en interiores tiene las consecuencias siguientes:

  • 3,5 veces más riesgo de infecciones pulmonares agudas en niños
  • 2,5 veces más riesgo de bronquitis crónica en mujeres
  • 2,8 veces más riesgo de EPOC
  • 2,3 veces más riesgo de bronquitis crónica en todos los adultos

Óxido de nitrógeno (NO2)

El óxido de nitrógeno interior está generado por los electrónicos de cocina y calefacción alimentados con gas. Se ha relacionado con sibilancias, dificultad al respirar, opresión torácica y tos. Es difícil determinar el impacto del óxido de nitrógeno, ya que los niveles de exposición varían según el momento en que se utilizan los aparatos.

Compuestos orgánicos volátiles (COV)

Los compuestos orgánicos volátiles se generan a partir de productos químicos como desinfectantes, pesticidas, cosméticos, ambientadores y suelos de vinilo. Pueden provocar una amplia gama de enfermedades, desde irritaciones leves hasta enfermedades muy graves, incluido el cáncer.

Las consecuencias de los compuestos orgánicos volátiles sobre la salud incluyen las siguientes:

  • 11 veces más riesgo de bronquitis crónica con la exposición al formaldehído, utilizado en materiales de construcción como la madera prensada.
  • 17 % de aumento del riesgo de asma en niños por cada aumento de 10 mg/m3 en la concentración de formaldehído.
  • Hasta 3,4 veces más riesgo de sibilancias persistentes con la exposición a plásticos.

Se cree que el riesgo de desarrollar asma aumenta en 1,2-2,9 veces con la exposición a todos los compuestos orgánicos volátiles. Los compuestos orgánicos volátiles también se han relacionado con la reducción de la función pulmonar, la secreción nasal y las infecciones pulmonares en bebés y niños.

Radón

Está presente de forma natural en las rocas, la tierra, los ladrillos y el hormigón. Es la segunda causa de cáncer de pulmón después del tabaquismo. Los estudios han demostrado que los aumentos en los niveles de radón aumentan el riesgo de desarrollar cáncer de pulmón.

En EE. UU., entre 2100 y 2900 casos de cáncer de pulmón en personas que nunca han fumado están relacionados con la exposición al radón cada año. En el Reino Unido, alrededor de 1100 muertes cada año por cáncer de pulmón están relacionadas con el radón.

Alérgenos

Los alérgenos incluyen sustancias como el polvo y pueden generarse a partir de fuentes como alfombras, mascotas, roedores o plantas. Se cree que la exposición temprana o alta a algunos alérgenos, como los alérgenos de los gatos, puede tener un efecto protector contra el asma y las sibilancias. Sin embargo, otros estudios han relacionado los alérgenos con el desarrollo de asma o alergias y aumentos en el riesgo de enfermedad en personas que ya son asmáticas. Se necesita más investigación para comprender las diferentes interacciones que los alérgenos pueden tener con el sistema inmune.

Humedad y moho

La humedad y el moho crecen en las paredes y se pueden encontrar en los muebles. Se cree que están presentes en el 10 %-50 % de las casas. Los mohos son una fuente de alérgenos y pueden aumentar el riesgo de problemas relacionados con el asma entre un 30 % y un 50 %. También se relacionan con dificultad al respirar, infecciones pulmonares, bronquitis y secreción nasal.

Los mejores consejos para unos pulmones sanos


Hay muchas medidas que se pueden tomar para mejorar los problemas asociados con la contaminación del aire interior:

  • Asegúrese de que su casa esté bien ventilada.
  • Ventile su casa durante 5-10 minutos varias veces al día, especialmente mientras cocina y después de hacerlo, así como después de ducharse.
  • Realice un buen mantenimiento de los aparatos de gas.
  • Si utiliza carbón, leña o fuegos abiertos, asegúrese de que las chimeneas estén limpias y cuidadas. Queme solo madera seca y sin tratar. No queme residuos ni envases, ya que pueden provocar la formación de sustancias tóxicas.
  • Evite fugas de agua y reduzca los niveles de humedad.
  • Si vive en una zona con alto contenido de radón (casas construidas sobre granito, en zonas como Suecia y en el oeste del Reino Unido), asesórese sobre las pruebas de detección de radón.
  • Utilice materiales de construcción y muebles con bajas emisiones. Busque productos y materiales que lleven la etiqueta ecológica europea o cualquier otro nivel natural aprobado para demostrar que los productos son respetuosos con el medio ambiente y bajos en contaminantes y emisiones.
  • Instale alarmas de humo y monóxido de carbono.
  • Tenga cuidado al usar productos químicos en el hogar, ya que los detergentes, agentes de limpieza, ambientadores, etc. liberan productos químicos en el aire. Ventile siempre bien después de usarlos.
  • Cambie las estufas de leña por estufas más eficientes, con menos contaminación.
  • Use purificadores de aire para limpiar el aire.
  • Los estudios han demostrado que instalar sistemas de calefacción no contaminantes en las casas en las que viven niños con asma puede disminuir los síntomas del asma, los días de ausentismo escolar y las visitas al médico o a la farmacia.
  • Se debe prohibir fumar en todas las áreas interiores.