Contaminación del aire exterior
El término “contaminación atmosférica” hace referencia a partículas nocivas suspendidas en el aire, o gases en la atmósfera, que se pueden respirar. Es una mezcla que incluye partículas, ozono, óxidos de nitrógeno, compuestos orgánicos volátiles y monóxido de carbono. La mezcla es distinta según la ubicación, la estación y las fuentes de contaminación de la zona.
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¿De dónde proviene la contaminación del aire exterior?
La contaminación atmosférica proviene de:
- Actividad humana: quema de combustibles en automóviles, camiones y aviones, actividad industrial, centrales eléctricas y sistemas de calefacción y cocina domésticos
- Procesos naturales: erupciones volcánicas, tormentas de polvo en desiertos
¿Cómo afecta la contaminación del aire exterior a nuestros pulmones?
La contaminación atmosférica tiene un impacto negativo en la salud humana, y la exposición a ella puede afectar al 100 % de la población, desde los bebés no nacidos hasta las personas de edad muy avanzada. Los pulmones son el primer punto de entrada de la contaminación atmosférica en el cuerpo y, por lo tanto, son el primer órgano afectado. La contaminación también tiene un efecto grave en el corazón y el sistema circulatorio, y aumenta el riesgo de ataques cardiacos.
La contaminación atmosférica afecta a las personas de diferentes maneras. Factores como las condiciones de salud actuales, la edad, la capacidad pulmonar, el estilo de vida y el tiempo de exposición al aire contaminado pueden influir en cómo los contaminantes afectan a la salud en general.
Hay muchos contaminantes distintos en el aire. Las interacciones entre estos contaminantes y los diferentes niveles de contaminación pueden producir una serie de efectos sobre la salud, tanto a corto plazo (en horas y días) como a largo plazo (después de varios años).
No hay un solo contaminante que sea responsable de todos los efectos adversos. Las consecuencias se deben a toda la mezcla.
Los distintos tipos de partículas se miden por su tamaño. Por ejemplo, PM10 se refiere a las partículas de hasta 10 micras de tamaño.
Los niveles de contaminación atmosférica se suelen medir por la masa por volumen de aire. La medida utilizada habitualmente es el número de microgramos de contaminantes por metro cúbico. El símbolo es μg/m3
Problemas a corto plazo
Se sabe que la contaminación del aire desencadena ataques cardiacos en personas con enfermedades cardiovasculares y exacerba los síntomas de las personas que ya padecen afecciones pulmonares, como el asma y la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC).
Los estudios han demostrado un aumento de las sibilancias, la tos y los ataques de dificultad al respirar, con reducción de la función pulmonar y necesidad de medicación cuando se incrementan los niveles de contaminación.
Los estudios han demostrado un aumento en las consultas médicas, las visitas de urgencia al hospital y las admisiones hospitalarias por asma y enfermedades cardiacas, como ataques cardiacos, en los días con niveles más altos de contaminación. Los registros de salud también muestran más casos de muerte por estos problemas en los días con mayores niveles de contaminación.
Problemas a largo plazo
La exposición a lo largo de la vida a la contaminación atmosférica puede tener una serie de efectos en adultos y niños, lo que provoca problemas a largo plazo, como asma, bronquitis crónica y enfermedades cardiacas. Se ha demostrado que la contaminación disminuye la esperanza de vida debido a la muerte prematura por enfermedades cardiovasculares y respiratorias, así como cáncer de pulmón.
Los niños suelen ser más activos, participan en más actividades al aire libre y respiran más rápidamente que los adultos, incluso con el mismo nivel de actividad. En consecuencia, inhalan más contaminación. Además, su sistema inmune no está completamente desarrollado y sus pulmones aún están creciendo. Se ha demostrado que la contaminación atmosférica perjudica el crecimiento de los pulmones en los niños, lo que tendrá un impacto durante el resto de su vida.
Efectos a largo plazo en niños y adultos
Niños
- Tos
- Bronquitis aguda
- Disminución del volumen pulmonar
Adultos
- Tos crónica
- Flema
- Sibilancia
- Pérdida acelerada de la función pulmonar
Los mejores consejos para unos pulmones sanos
- Consulte las alertas de contaminación atmosférica del día: verifique en línea la calidad del aire de su zona o regístrese en un servicio de alertas de contaminación.
- En invierno, evite caminar por calles con mucho tráfico.
- En verano, los niveles de contaminación del aire son generalmente más altos en los días calurosos y soleados. Por ello, trate de evitar las actividades enérgicas al aire libre o hágalas por la mañana, cuando los niveles de contaminación suelen ser menores.
- Reflexione antes de usar su coche. Tenga en cuenta las ventajas que ofrecen otros modos de transporte, como ir en bicicleta, caminar o usar el transporte público (por ejemplo, aumento de la seguridad, en particular para los niños; reducción de la congestión; mejor salud al asegurarse de cumplir la recomendación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de 20 minutos de ejercicio todos los días; ahorro de tiempo, ya que puede ser mucho más rápido viajar en otros medios de transporte que en coche; ahorro de dinero).
- Plantéese compartir el vehículo para acudir a centros educativos, ir a trabajar o salir de compras, apague el motor mientras esté parado, realice un mantenimiento adecuado del coche y reduzca la velocidad.
- Compre de forma sostenible y eficiente (p. ej., a la hora de comprar su próximo coche, fíjese en el vehículo que menos combustible consuma y que sea menos contaminante).
- Plantéese reducir su consumo energético en casa o pasarse a fuentes de energía renovables limpias, no respire materiales peligrosos (lea las etiquetas de peligro) y deje de quemar combustibles sólidos, particularmente basura o maderas tratadas.