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Bronquiectasia

Las bronquiectasias son una enfermedad pulmonar crónica. Si tiene bronquiectasias, sus vías respiratorias (los tubos que conectan la tráquea con la parte inferior de los pulmones) son más anchas de lo normal. Esto hace que se acumule mucosidad (o esputo) y que usted tenga un mayor riesgo de sufrir infecciones de pulmón. Las infecciones pueden hacer que se inflamen los pulmones, lo cual puede dañar o bloquear partes del pulmón y causar síntomas como falta de aliento, dolor de pecho y cansancio. Las bronquiectasias también se conocen con el nombre de bronquiectasias no asociadas a fibrosis quística (BQ-noFQ).

Las bronquiectasias pueden producirse a cualquier edad. Esta página tiene por objeto las bronquiectasias en la edad adulta. Más información sobre las bronquiectasias en la infancia.

Última actualización 09/01/2024
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¿Cómo funcionan mis pulmones?

Todos tenemos dos pulmones. Cada uno de ellos se sitúa a un lado del corazón, en el interior de la caja torácica. Cada pulmón está formado por unas secciones llamadas lóbulos. Estos lóbulos están conectados con la nariz y la boca mediante la tráquea.

Los pulmones se encargan de transportar el oxígeno por el organismo y eliminar el dióxido de carbono. El oxígeno es un gas que nos aporta energía, mientras que el dióxido de carbono es un residuo del organismo.

Al inspirar, el aire pasa por un grupo de conductos (bronquios o vías respiratorias), los cuales están diseñados para transportar el aire hacia el flujo sanguíneo. Cuando el aire llega al flujo sanguíneo se produce la captación de oxígeno a través de unos pequeños sacos alveolares llamados alvéolos.

¿Qué hacen mis pulmones para evitar infectarse?

Además de llevar el aire hacia el interior, los pulmones impiden que las sustancias no deseadas entren en el organismo. El aire está repleto de pequeñas partículas y bacterias. Una persona promedio inhala casi un millón de bacterias al día. No obstante, gracias a la eficacia de los pulmones a la hora de eliminar bacterias, es poco frecuente que las personas presenten infecciones pulmonares.

Las vías respiratorias están recubiertas por una capa de mucosidad pegajosa (llamada «esputo» cuando se expectora), cuya función es atrapar las partículas y bacterias. Así, ayuda a que las vías respiratorias preserven un ambiente húmedo y limpio.

Esta mucosidad se empuja hacia arriba de forma constante, ascendiendo hacia la garganta, de modo que pueda expectorarse o tragarse. De ello se encargan unos «pelitos» llamados cilios, que desplazan la mucosidad hacia arriba. Esta es la principal forma que tenemos para mantener las vías respiratorias limpias y sin infecciones.

Al presentar bronquiectasias, hay zonas de los conductos pulmonares (vías respiratorias) que se dañan y se ensanchan más de lo normal. Estas zonas más amplias se vuelven menos eficaces para eliminar la mucosidad (esputo) de los pulmones, por lo que esta se acumula y podría producirse una infección por bacterias.

Estas exacerbaciones podrían darse cuando las bacterias nocivas proliferan y el organismo no es capaz de limpiar los pulmones debido al daño que han sufrido o a que la mucosidad es demasiado espesa.

Las investigaciones realizadas han demostrado que las vías respiratorias nunca están libres de bacterias. En los estudios a partir de muestras tomadas de las vías respiratorias se han encontrado numerosos tipos de bacterias, incluso en pulmones sanos. Este fenómeno es normal y no precisa de un tratamiento con antibióticos.

Las bronquiectasias pueden afectar a una o varias zonas del pulmón. Pueden ser bastante leves, en caso de que haya poca mucosidad, o más graves, en cuyo caso se puede llegar a expectorar una mayor cantidad de mucosidad.

Las infecciones pueden hacer que los pulmones se inflamen, lo cual puede dañar o bloquear partes del pulmón. Esto puede provocar síntomas como tos con expectoración, infecciones pulmonares frecuentes, falta de aliento, dolor en el pecho y cansancio.

¿Cuál es la causa de las bronquiectasias?


Las causas de las bronquiectasias pueden ser muy diversas y no siempre es posible llegar a conocer su origen. En algunos casos, puede deberse a una infección grave, como neumonía o tos ferina infantil, lo cual recibe el nombre de bronquiectasias postinfecciosas. Otras enfermedades que suelen causar o estar relacionadas con las bronquiectasias son:

  • El funcionamiento inadecuado del sistema inmunitario
  • Asma grave complicada por una reacción alérgica a un hongo llamado Aspergillus; esto se llama aspergilosis broncopulmonar alérgica (ABPA).
  • Enfermedades en las que el sistema inmunitario ataca al cuerpo, como la artritis reumatoide o la colitis ulcerosa.
  • Una obstrucción o un bloqueo de las vías respiratorias después de inhalar algo.
  • Discinesia ciliar primaria (DCP), una enfermedad crónica y genética, con la que nacen algunas personas, que hace que los pulmones no se desarrollen con normalidad.
  • Enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), una enfermedad crónica que causa inflamación en los pulmones, daña el tejido pulmonar y estrecha las vías respiratorias, lo que dificulta la respiración.
  • Déficit de alfa-1 antitripsina, una enfermedad genética que puede causar problemas de pulmón e hígado.
  • Tuberculosis (TB) o infecciones causadas por micobacterias no tuberculosas (MNT), ambos tipos son infecciones causadas por un grupo de bacterias llamadas micobacterias que suele afectar a los pulmones.

Su médico le hará algunas preguntas y, quizás, algunas pruebas para determinar por qué usted tiene bronquiectasias. A menudo no se encuentra la causa, en cuyo caso se llaman bronquiectasias idiopáticas. Eso no significa que no haya una causa, sino que se desconoce. El tratamiento básico de las bronquiectasias suele ser el mismo independientemente de la causa. Sin embargo, algunas causas requieren un determinado tratamiento adicional.

¿Cómo se diagnostican las bronquiectasias?


Los síntomas habituales de las bronquiectasias son una tos difícil de eliminar, tos con expectoración, falta de aliento y sufrir muchas infecciones pulmonares. Estos síntomas también se dan en otras enfermedades pulmonares más habituales como la EPOC o el asma, así que la mayoría de las veces se hacen pruebas para descartar estas primero. No obstante, se pueden tener dos de las enfermedades o incluso las tres al mismo tiempo. Si el profesional sanitario opina que usted tiene bronquiectasias, le hará pruebas adicionales.

Primeras pruebas habituales

Radiografía de tórax: normalmente las bronquiectasias no se ven en una radiografía, pero puede ayudar a descartar otras enfermedades.

Espirometría: se trata de una prueba respiratoria en la que hay que soplar con fuerza y rápido en una máquina, vaciando el aire de los pulmones. No va a diagnosticar las bronquiectasias, pero es una forma de determinar si los pulmones están dañados.

Muestras de esputo: el médico o el personal de enfermería le pedirá que tosa y expectore en un recipiente para analizarlo en un laboratorio. Con eso se puede identificar qué bacterias hay en los pulmones y determinar cuál es el mejor antibiótico si tiene una infección pulmonar.

Análisis de sangre: puede ayudar a comprobar su estado de salud general.

Pruebas especializadas

Tomografía axial computarizada (TAC): esta prueba es necesaria para diagnosticar las bronquiectasias. Consiste en escanear el cuerpo con rayos X desde distintos ángulos, tras lo cual un ordenador genera una imagen detallada.

Pruebas del sistema inmunitario: su médico podría mandarle a hacerse análisis de sangre para comprobar cómo funciona su sistema inmunitario y determinar la posible causa de las bronquiectasias, como pueden ser alergias graves o una falta de anticuerpos que combaten las infecciones.

Pruebas respiratorias: podría realizarse una espirometría (véase anteriormente), así como otras pruebas más detalladas para verificar el funcionamiento de los pulmones.

En función de los síntomas que presente, es posible que le tengan que realizar más pruebas específicas para intentar comprender la causa de las bronquiectasias, por ejemplo, las pruebas para el diagnóstico de la discinesia ciliar primaria.

¿Cuáles son los síntomas de las bronquiectasias?


La experiencia de cada persona es diferente, así que no es posible describir una persona típica con bronquiectasias. Sin embargo, tendrá todos o algunos de los siguientes síntomas:

  • Tos: a menudo con expectoración (esputo). La cantidad de esputo expulsada puede variar mucho, así como el color (que puede ser blanco, amarillo, verde, verde oscuro o marrón).

 

  • Falta de aliento: causada por los daños en las vías respiratorias, que hacen que no funcionen tan bien. En muchos casos, la falta de aliento no supone un problema, pero a veces las personas podrían notar que se quedan sin aire al subir una pendiente o las escaleras. En casos graves, podría faltarles el aire incluso haciendo ejercicios menos extenuantes
  • Sentir mucho cansancio: el cuerpo utiliza gran cantidad de energía para combatir las infecciones, así como para toser y respirar. Esto puede empeorar si se tienen problemas para dormir debido a otros síntomas.
  • Molestias en el pecho: puede ser dolor o una sensación de presión o «llenura».
  • Exacerbaciones o empeoramiento de los síntomas durante un tiempo: podría sufrir infecciones más fácilmente y que afecten al tórax con mayor rapidez. Durante una exacerbación, es posible que el resto de síntomas empeore. Puede encontrar más información al respecto en el apartado «Gestión de las exacerbaciones».

Si se trata y vigila correctamente, la mayoría de personas con bronquiectasias tiene una esperanza de vida normal. Estas personas tienen más probabilidades de morir a causa de otras enfermedades que afectan a muchas otras personas (como enfermedades del corazón o cáncer) que a causa directa de las bronquiectasias.

¿Cómo de grave es la enfermedad?


Las bronquiectasias son una enfermedad complicada y no hay una única prueba o signo que permita saber si su caso es leve, moderado o grave. Sin embargo, si se controla bien, debería tener pocos síntomas y poder llevar una vida normal.

Las bronquiectasias se considerarán más graves cuando los síntomas empiecen a afectar a las actividades diarias.

Factores relacionados con bronquiectasias más graves:

  • Falta de aliento: no poder andar 100 metros sin parar.
  • Exacerbaciones: si presenta tres o más en un año.
  • Crecimiento recurrente de bacterias en muestras de mucosidad (esputo): esto indica que sus pulmones tienen alguna infección habitual, especialmente si suele encontrarse un tipo de bacterias llamadas Pseudomonas.
  • Si en la exploración por TAC aparecen afectados ambos pulmones o varias partes de un pulmón (en vez de una pequeña parte).
  • Ingresos hospitalarios: si ha tenido que ir al hospital porque sentía una opresión en el pecho o porque necesitaba inyecciones de antibiótico
  • Pérdida de peso: si las bronquiectasias hacen que su peso sea bajo.
  • Pruebas de la función pulmonar: tener menos capacidad pulmonar.y.
  • Envejecimiento: puede influir en los síntomas y en la gravedad de las bronquiectasias

Estos factores son meramente orientativos, algunas personas podrían tener varios y aun así llevar una vida normal, mientras que otras podrían no tener ninguno, pero sí otros factores importantes que les hagan encontrarse peor. Muchos de estos factores pueden mejorar con un tratamiento eficaz.

Las personas con bronquiectasias graves corren el riesgo de tener una menor esperanza de vida, por lo que deben hacer todo lo posible para mantener la salud de sus pulmones.

¿Cuánto tiempo viviré?


La esperanza de vida de los pacientes con bronquiectasias leves o bien controladas no debería diferir de la de la población en general. En el caso de los pacientes con bronquiectasias graves o no controladas o con otros factores de riesgo, la importancia de llevar un buen control es muy importante, ya que puede repercutir en la esperanza de vida.

Si desea obtener más información al respecto, hable de la enfermedad con el especialista o su médico.

Relación con otras enfermedades e infecciones


Es posible que las personas con bronquiectasias también presenten otros problemas médicos y enfermedades como:

  • Artritis reumatoide o un problema del sistema inmunitario.
  • La sinusitis puede derivarse de los mismos problemas que provocan las bronquiectasias.
  • Enfermedades que no están relacionadas con las bronquiectasias.

Estos problemas adicionales pueden repercutir en su calidad de vida. Es importante tener en cuenta que cabe la posibilidad de que los tratamientos para las bronquiectasias interactúen con los tratamientos dirigidos a otras enfermedades, lo que provocaría efectos secundarios. Si acude al médico o al personal de enfermería por otra enfermedad, asegúrese en todo momento de que sepan que tiene bronquiectasias y de que conozcan los tratamientos que está tomando.

Otras enfermedades podrían hacer empeorar los síntomas de las bronquiectasias. Algunos ejemplos serían: inflamación de la nariz (rinosinusitis), síntomas de asma, alergias, reflujo gástrico o problemas del sistema inmunitario. El médico tratará estos problemas al mismo tiempo que las bronquiectasias para intentar que su estado mejore.

 

  • Diferencia entre las bronquiectasias, la EPOC y el asma

    Las bronquiectasias, el asma y la EPOC (enfermedad pulmonar obstructiva crónica) son tres enfermedades diferentes que se tratan de formas algo distintas. Pueden provocar síntomas muy similares, por lo que, a veces, se confunden entre sí.

    Es posible que una persona presente dos de estas enfermedades, o incluso las tres.

    A diferencia de las bronquiectasias y el asma, la EPOC suele deberse al consumo de tabaco. El asma es una enfermedad en la que se inflaman las vías respiratorias y, a menudo, está asociada a alergias.

    La EPOC y el asma son más frecuentes que las bronquiectasias y suelen diagnosticarse a partir de los síntomas y de pruebas pulmonares. No es posible diagnosticar el asma o la EPOC mediante una exploración por TAC.

  • ¿Qué es la aspergilosis broncopulmonar?

    Las bronquiectasias pueden deberse a una alergia grave a un hongo que se encuentra en todas partes del entorno y que se llama Aspergillus. También pueden originarse por otros hongos. El sistema inmunitario responde de forma demasiado agresiva a este hongo, lo que genera daños en los pulmones y síntomas parecidos a los de un ataque de asma. Es lo que se denomina aspergilosis broncopulmonar alérgica (ABPA). Las personas que presentan esta enfermedad suelen tener antecedentes de asma.

    El tratamiento consiste en reducir la sobreactividad del sistema inmunitario con comprimidos de esteroides u otros fármacos que previenen la inflamación. A veces, también se añaden comprimidos antifúngicos (como los antibióticos, pero que actúan específicamente contra los hongos) para ayudar a reducir la dependencia de los comprimidos de esteroides.

    Si se han desarrollado bronquiectasias, el daño no suele ser reversible, por lo que, después de haber atajado la ABPA, necesitará tratamiento a largo plazo para las bronquiectasias.

  • ¿Qué son las micobacterias no tuberculosas (MNT)?

    Las micobacterias no tuberculosas (MNT) son un grupo de bacterias de la misma familia que la tuberculosis (TB), pero que causan un tipo de infección distinto.

    Las MNT se encuentran en el entorno y es poco frecuente que causen problemas a las personas que no presentan una enfermedad pulmonar. Sin embargo, las MNT pueden infectar zonas del pulmón dañadas o a personas que tienen problemas con el sistema inmunitario. Existe un amplio abanico de MNT que causan diferentes tipos de enfermedades.

    Los síntomas típicos de la infección pulmonar por MNT son: tos, cansancio, pérdida de peso, falta de aliento y, a veces, dolor en el pecho o tos con expectoración de sangre.

    La enfermedad pulmonar por MNT puede provocar bronquiectasias. Esto puede darse cuando alguien adquiere el patógeno y este causa daños en los pulmones, lo que da lugar a las bronquiectasias. Sin embargo, no hay consenso sobre si esto ocurre siempre así y si, en vez de eso, las bronquiectasias pueden actuar como causa de la enfermedad pulmonar por MNT. También es posible que las MNT infecten los pulmones de personas que ya padecen bronquiectasias, lo que puede agravar los síntomas.

    Las MNT no dañan los pulmones como la tuberculosis. A veces, las personas conviven con MNT localizadas en los pulmones sin necesidad de recibir tratamiento adicional porque los efectos son bastante leves. El tratamiento de las MNT consiste en someterse a un ciclo prolongado de antibióticos.

    A diferencia de la tuberculosis, las MNT no son contagiosas en la mayoría de los casos, por lo que no es necesario que alguien con MNT permanezca aislado.

    Visite NTMinfo.org, donde podrá encontrar información muy valiosa sobre las MNT, incluido un folleto disponible en 8 idiomas.

  • ¿Qué es la Pseudomonas?

    Pseudomonas aeruginosa, o Pseudomonas, es una bacteria (o «patógeno») que puede causar infecciones en personas con bronquiectasias. Afecta a una de cada cinco personas con bronquiectasias en algún momento.

    Se encuentra en todas partes: en el suelo, en el agua, en la piel de algunas personas y en la mayoría de los entornos artificiales. No suele causar infecciones en personas sanas, pero puede infectar pulmones dañados, como los afectados por las bronquiectasias.

    Si contrae Pseudomonas, el médico podría recomendarle un tratamiento con antibióticos para intentar eliminarlas o controlarlas, o que tome un antibiótico distinto cuando tenga infecciones pulmonares en el futuro.

    En ocasiones, las personas con Pseudomonas pueden tener más infecciones pulmonares y más problemas que otras personas con bronquiectasias debido a la resistencia de las bacterias a los antibióticos. A veces, esta infección puede dañar el pulmón. Por ello, las guías clínicas para los médicos recomiendan hacer revisiones más frecuentes a las personas con Pseudomonas.

¿Cómo se trata la bronquiectasia?


El tratamiento para personas con bronquiectasias persigue varios objetivos:

  • Prevenir las infecciones pulmonares (exacerbaciones), durante las cuales empeoran los síntomas
  • Tratar los síntomas
  • Mejorar la calidad de vida
  • Impedir que la enfermedad empeore

Con un buen tratamiento, las personas con bronquiectasias pueden mantenerse estables durante muchos años y tener un buen control de sus síntomas. A continuación se enumeran algunos de los tratamientos habituales para bronquiectasias, incluidos los recomendados a médicos como parte de las guías clínicas europeas sobre bronquiectasias. No todos los tratamientos están disponibles o se utilizan en todos los países europeos. Si tiene alguna pregunta acerca de estos tratamientos, consulte a su médico.

La enfermedad progresa a través de lo que se denomina un «círculo vicioso» de infección, inflamación y daño pulmonar. Las infecciones hacen que los pulmones se inflamen y la inflamación daña el pulmón. A mayor daño pulmonar, mayor susceptibilidad a la infección. Podemos abordar los tres aspectos del ciclo como se muestra en el diagrama:

Tratamiento para la inflamación

  • Inhaladores: algunos inhaladores contienen fármacos que abren las vías respiratorias para facilitar la respiración y reducir la inflamación de los pulmones.
  • Pastillas: algunos fármacos también pueden reducir la inflamación, incluido un tipo de antibióticos llamados macrólidos, que pueden reducir la inflamación y tratar la infección al mismo tiempo.
  • En la actualidad, se están desarrollando otras estrategias para mejorar la inflamación

Tratamiento para los daños pulmonares

  • Los ejercicios de fisioterapia y drenaje de secreciones de las vías respiratorias pueden ayudar a eliminar la mucosidad (visite la página web sobre prioridades de los pacientes con bronquiectasias para ver los consejos y demostraciones en vídeo).
  • Los medicamentos pueden ayudar a eliminar la mucosidad (fármacos mucolíticos). Se deben combinar con ejercicios frecuentes de fisioterapia para que sean lo más eficaces posible.
  • Los inhaladores broncodilatadores relajan los músculos de las vías respiratorias.
  • Hacer ejercicio a menudo ayuda a expectorar y contribuye a que los pulmones funcionen mejor.

Tratamiento para la infección

  • Vacunas: es importante vacunarse contra la gripe cada año y contra los neumococos (lo cual protege frente a la causa bacteriana más habitual de neumonía) para reducir el riesgo de contraerlos.
  • Antibióticos: toda infección pulmonar debe tratarse rápidamente con antibióticos, administrados en forma de pastillas, a través de una mascarilla (nebulizador) o de una inyección.
  • Antibióticos preventivos (en algunos casos): si sufre muchas infecciones pulmonares o tiene síntomas muy graves, es posible que le den un tratamiento antibiótico a largo plazo para eliminar las bacterias de los pulmones. Las dosis son inferiores a las que se dan para tratar una infección y se suelen administrar durante al menos un año o, a veces, incluso más. No hacen efecto de inmediato y hay que tomarlos regularmente para que alcancen toda su eficacia. Estos fármacos pueden interactuar con otras pastillas, por lo que es importante informar al resto de médicos de que está tomando antibióticos habitualmente antes de que le receten cualquier otro medicamento.
  • Eliminación de bacterias como Pseudomonas: Pseudomonas aeruginosa o Pseudomonas es una bacteria que puede causar infecciones en las personas con bronquiectasias. Si contrae Pseudomonas, su médico podría recomendarle un tratamiento con antibióticos para intentar eliminarlas o controlarlas, o que tome un antibiótico distinto cuando tenga infecciones pulmonares en el futuro. En ocasiones, las personas con Pseudomonas pueden tener más infecciones pulmonares y complicaciones debido a la resistencia de las bacterias a los antibióticos, y a veces pueden dañar el pulmón. Las guías clínicas para los médicos recomiendan hacer revisiones más frecuentes a las personas con Pseudomonas.

¿Qué son los antibióticos?

Los antibióticos son un grupo de fármacos que combaten las infecciones bacterianas. Pueden administrarse por la boca, esto es, vía oral (comprimidos o líquido) o por vía intravenosa mediante inyección (es decir, introduciéndolos directamente en la vena). Algunos antibióticos pueden administrarse por nebulización (inhalación). Hay algunos antibióticos que actúan contra bacterias concretas, pero muchos lo hacen contra varias.

Algunos de los antibióticos orales más frecuentes que se utilizan para el tratamiento de las bronquiectasias son los siguientes:

•Penicilinas: penicilina, amoxicilina y co-amoxiclav (amoxicilina y ácido clavulánico).

• Antibióticos macrólidos: como claritromicina, eritromicina y azitromicina.
• Doxiciclina: es otro tipo de antibiótico que se toma una vez al día.
• Quinolonas: como ciprofloxacina, levofloxacina y moxifloxacina. Son los únicos medicamentos que se toman por vía oral y que actúan contra la infección por Pseudomonas.

Los antibióticos pueden tomarse durante un período de tiempo corto (varios días) para tratar una exacerbación causada o agravada por bacterias, o a largo plazo (durante meses y años) para prevenir las exacerbaciones.

Los antibióticos a largo plazo más utilizados son los macrólidos, como la azitromicina, la claritromicina, la eritromicina y la roxitromicina. Pueden tomarse todos los días o, en ocasiones, tres veces por semana. Las dosis son inferiores a las que se dan para tratar una infección avanzada, lo que ayuda a reducir los efectos secundarios.

No obstante, hasta una de cada cinco personas con bronquiectasias presentará algún efecto secundario, sobre todo, diarrea o dolor abdominal. El acúfeno (zumbido en los oídos) es un efecto secundario poco frecuente, pero, si esto ocurre, es imperativo que deje de tomar el medicamento y que hable con el médico. Estos fármacos pueden interactuar con otras pastillas, por lo que es importante informar siempre al resto de médicos de que está tomando antibióticos habitualmente antes de que le receten cualquier otro medicamento.

Desarrollo de fármacos


El desarrollo de medicamentos es un proceso estructurado y regulado. Suele comenzar con la idea de que un determinado compuesto podría suponer un beneficio para los pacientes al mejorar la enfermedad.

El compuesto se prueba, en primer lugar, en el laboratorio, en células o animales, para averiguar si puede ser beneficioso. Solo después de este proceso, el compuesto se prueba en humanos, en una serie de estudios llamados «ensayos clínicos». Si estos estudios confirman la seguridad y eficacia, el compuesto puede autorizarse y comercializarse como un fármaco para el tratamiento de la enfermedad. Las empresas farmacéuticas suelen ser las encargadas de realizar estos ensayos clínicos, pero, en algunos casos, también los llevan a cabo instituciones académicas.

  • Fases de los ensayos clínicos

    Los ensayos clínicos están estrictamente regulados por leyes. Estas han sido concebidas para proteger a los participantes, al mismo tiempo que garantizan que el fármaco en desarrollo no se comercializará para su uso como tratamiento de pacientes hasta que sea seguro y eficaz.

    Estos ensayos avanzan por etapas. Cada una de ellas ha de resultar satisfactoria para pasar a la siguiente fase: consulte a continuación las fases I a IV:

    • Los ensayos de fase I determinan la seguridad de un compuesto en voluntarios sanos (buscando posibles efectos secundarios no deseados).
    • Los ensayos de fase II determinan la seguridad y la dosis óptima en pacientes (la cantidad de compuesto y la frecuencia con la que debe tomarse).
    • Los ensayos de fase III determinan la eficacia del compuesto en los pacientes.
    • Los ensayos de fase IV pueden realizarse después de que el fármaco ya esté autorizado y suelen buscar el efecto del fármaco más allá de las condiciones limitadas de los ensayos de fase clínica anteriores.

    Cada fase debe demostrar que ha resultado satisfactoria para poder pasar a la siguiente. Debido a la complejidad de estos procesos, suelen pasar años desde que tiene lugar el desarrollo inicial hasta que el fármaco se comercializa. En este proceso, muchos compuestos no consiguen demostrar su eficacia o, por otras razones, su desarrollo puede detenerse.

    Puede encontrar más información sobre el desarrollo de fármacos en EUPATI- European Patients’ Academy EUPATI (la Academia Europea de Pacientes EUPATI).

  • Registro de los ensayos clínicos

    Por ley, los ensayos clínicos deben registrarse antes de incluir a pacientes.

    Algunos de los sitios web destinados a tales registros son US National Institutes of Health (NIH) “clinical trials” (los ensayos clínicos de los Institutos Nacionales de la Salud de EE. UU.) o European “EUDRACT (el «EDRACT» europeo), disponibles para que tanto profesionales como el público general puedan realizar búsquedas.

  • Fármacos utilizados para tratar a las personas con bronquiectasias

    En las bronquiectasias, se utilizan numerosos fármacos que se desarrollaron para otro uso (indicación).

    Un ejemplo es la colistina, un antibiótico que se creó para utilizarse como antibiótico intravenoso. No obstante, se emplea habitualmente para su inhalación a largo plazo en las bronquiectasias.

    A veces, esto se conoce como «uso para una indicación no autorizada», lo cual quiere decir que se utiliza de forma diferente a la indicada en el registro original.

Desarrollo de compuestos farmacológicos


Para obtener más información sobre cómo puede contribuir a la investigación y desarrollo de ensayos clínicos, visite la página «Cómo trabajamos codo con codo con pacientes y cuidadores» o consulte nuestro programa en «Cómo convertirse en embajador de pacientes».

Antibióticos (fármacos activos contra las bacterias)

  • Amikacina inhalada (ALIS): para la infección por micobacterias no tuberculosas (MNT); comercializada (EE. UU.) y en curso.
  • Colistina inhalada: comercializada en algunos países; hay otros estudios de fase III en curso.
  • Inhalación de aztreonam, Cayston: el estudio finalizado no alcanzó los resultados prefijados; se iniciará la fase II.
  • Ciprofloxacina inhalada de doble liberación: ensayos en curso.
  • Tobramicina inhalada en polvo seco: fase II finalizada.

Fármacos que combaten la inflamación

A1AT inhalada: un inhibidor de la proteasa; alfa-1 antitripsina (A1AT).

Otros fármacos

Solución salina hipertónica: uso como complemento de fisioterapia.

Manitol inhalado: fase III finalizada.

Inhibidor de ENaC para pacientes con discinesia ciliar primaria (VX 371); CLEAN-PCD: para la discinesia ciliar primaria, una causa específica de bronquiectasias.

 

Otros tipos de tratamiento


Oxigenoterapia

Si sus niveles de oxígeno son bajos, es posible que tenga que respirar oxígeno a través de un tubo o mascarilla. Esto podría ser a corto plazo (p. ej., si está en el hospital con una infección pulmonar hasta que los niveles vuelvan a ser normales) o a largo plazo si el pulmón está dañado y ya no es capaz de inspirar suficiente oxígeno. También es posible que necesite oxígeno adicional durante los vuelos. Antes de viajar, consúltelo con el profesional sanitario.

Cirugía

En la mayoría de los casos, las bronquiectasias se pueden controlar y manejar bien sin cirugía. En ocasiones, la cirugía puede ser útil si las bronquiectasias afectan solo a una pequeña parte del pulmón, en cuyo caso podrían curarse extirpándola, o si hay una parte del pulmón muy dañada y está causando muchas infecciones.

Rehabilitación pulmonar

Es posible que le ofrezcan rehabilitación pulmonar para mejorar su fuerza física y reducir el impacto de los síntomas en su vida. La rehabilitación pulmonar es un tipo de tratamiento que tiene como objetivo reducir el impacto físico y emocional que una enfermedad pulmonar causa en la vida de una persona. Se trata de un programa personalizado que combina ejercicio físico con información sobre cómo mantenerse lo más sano posible.

Ayuda para dejar de fumar

Fumar no causa bronquiectasias, pero puede hacer que la enfermedad y los síntomas sean mucho peores. Hay ayuda disponible para dejar de fumar y alternativas para que sea más fácil dejarlo. Hable con su profesional sanitario sobre cómo puede ayudarle.

Autocuidado

El autocuidado es muy importante para personas con enfermedades crónicas como las bronquiectasias. Hay una serie de cosas que usted puede hacer en el día a día para tratar su enfermedad, entre ellas: tomar su medicación y hacer los ejercicios de drenaje de secreciones de las vías respiratorias tal y como se le haya recomendado, vigilar sus síntomas e informar al profesional sanitario de cualquier cambio, mantenerse activo físicamente, llevar una alimentación saludable y, si fuma, dejar de fumar.

Eliminación de la mucosidad de los pulmones


Las bronquiectasias provocan una acumulación de mucosidad que puede aumentar la probabilidad de contraer infecciones y empeorar los síntomas de tos y falta de aliento. Por lo tanto, es esencial que aprenda a eliminar la mucosidad de las vías respiratorias de forma eficaz. Para ello, puede:

Tomar medicación que le ayude a limpiar los pulmones (fármacos mucoactivos): Algunos medicamentos se administran mediante un nebulizador, o también con un inhalador o en pastillas, y están diseñados para facilitarle la expulsión de la mucosidad. Por ejemplo, la inhalación de soluciones de agua salina (soluciones salinas) de venta en farmacia ayuda a hidratar la mucosidad, lo que la vuelve menos espesa y, por tanto, más fácil de expectorar. Otros fármacos con objetivos similares son el manitol (que se administra mediante un inhalador) y la carbocisteína (que se toma en pastillas).

Estos medicamentos deben combinarse con ejercicios frecuentes de fisioterapia para obtener los mejores resultados. También es importante mantenerse hidratado, ya que esto ayuda a que la mucosidad se desprenda.

Mantener el pecho sin mucosidad (esputo):

Es recomendable que las personas con bronquiectasias acudan a un fisioterapeuta respiratorio para que les enseñe a utilizar técnicas de drenaje de secreciones. Pídale al médico que le derive a uno.

El fisioterapeuta le evaluará y le examinará el pecho. Le explicará qué métodos pueden ayudarle a eliminar la mucosidad (esputo) de los pulmones y le ayudará a elegir las mejores técnicas en su caso. Son las llamadas técnicas de drenaje de secreciones de las vías respiratorias.

Es muy importante eliminar la mayor cantidad posible de esputo del pecho para reducir el número de infecciones pulmonares. Las técnicas que se muestran a continuación le ayudarán a reducir la obstrucción de las vías respiratorias, mejorar la cantidad de aire que entra en los pulmones y disminuir las infecciones bacterianas.

«Lo más importante que puede aprender es el drenaje de secreciones de los pulmones. Por muy cansado que esté, este drenaje debe hacerse, así que, si va a estar fuera, lo mejor es planificarlo para que pueda seguir disfrutando».
Sue, persona con bronquiectasias, Reino Unido

Técnicas de desobstrucción de las vías respiratorias


  • Ciclo activo respiratorio

    Esta técnica consta de tres partes:

    • Control respiratorio
    • Ejercicios de expansión torácica (EET)
    • Técnica de espiración forzada (TEF) o hufffing
  • PEP, como Flutter o Acapella

    Los PEP (presión espiratoria positiva) son dispositivos portátiles que ayudan a eliminar el esputo. Los nombres comerciales más conocidos son Flutter y Acapella.

    El paciente espira a través del dispositivo contra una ligera resistencia que crea oscilaciones (aleteos) en la presión de las vías respiratorias.

    Esto impide que las vías respiratorias se colapsen y ablanda el esputo. Habrá que valorar si este dispositivo es adecuado para usted.

  • Drenaje autógeno

    Se trata de un ejercicio respiratorio que consiste en espirar lo máximo posible para desprender el esputo de las vías respiratorias pequeñas de los pulmones. De este modo, el esputo se desplaza a las vías respiratorias más centrales, lo que facilita la expectoración.

  • Drenaje postural

    Se trata de una técnica de drenaje de secreciones que consiste en adoptar distintas posturas que ayudan a drenar la mucosidad de distintas partes del pulmón.

    A menudo, se combina con la percusión, en la que se dan suaves palmadas en determinadas partes del cuerpo que facilitan el desplazamiento de la mucosidad desde las partes más alejadas del pulmón hasta los conductos centrales de las vías respiratorias, desde donde puede expectorarse más fácilmente.

Atención sanitaria especializada


Un equipo de profesionales sanitarios con experiencia en la enfermedad es quién le proporcionará el mejor tratamiento para las bronquiectasias. En muchos países, actualmente existen clínicas especializadas para personas con bronquiectasias.

Estas clínicas no son exactamente iguales, pero cuentan con:

  • Un médico, o equipo de médicos, especializado y con experiencia en bronquiectasias
  • Un fisioterapeuta, o equipo de fisioterapeutas, que puede enseñarle ejercicios de drenaje de secreciones de las vías respiratorias
  • Personal de enfermería u otros profesionales sanitarios que pueden informarle y darle apoyo
  • Servicios para proporcionarle antibióticos inhalados/nebulizados, otros medicamentos especializados y antibióticos intravenosos en casa
  • Pruebas especializadas del sistema inmunitario o del cuerpo para diagnosticar la causa de las bronquiectasias

Algunas personas con bronquiectasias acuden a clínicas especializadas con frecuencia, mientras que otras quizás vayan una o algunas veces y, después, sean derivadas a su médico habitual.

Si cree que necesita ver a un especialista, háblelo con su médico. No existe un directorio de especialistas en bronquiectasias en Europa, pero si tiene dificultades para encontrar uno, póngase en contacto con la European Lung Foundation.

Qué esperar de la atención por parte de especialistas: la lista de control del paciente

La lista de comprobación para personas con bronquiectasias se basa en las guías clínicas europeas sobre bronquiectasias de 2017 y recoge los principales aspectos que las personas con bronquiectasias deben tener en cuenta a la hora de cuidarse de acuerdo con estas guías. Pídale al especialista, a su médico o al personal de enfermería que revise la lista. Puede hacer un seguimiento de cada recomendación marcando los elementos en la lista de comprobación.

Qué puede hacer usted: gestión de las bronquiectasias


Existen numerosas opciones para controlar la enfermedad, junto con el tratamiento prescrito por el médico. Es muy importante que aprenda las habilidades y técnicas que aquí se describen para mantenerse lo mejor posible.

Descargue nuestra guía de autocuidados escrita por personas con bronquiectasias. Este documento imprimible pretende ofrecerle una visión general de cómo llevar una vida plena con esta enfermedad.

Cuidarse a uno mismo

Es muy recomendable que las personas con bronquiectasias cuiden su salud general. Siga una dieta sana y equilibrada y haga ejercicio físico con regularidad. La deshidratación puede espesar la mucosidad y dificultar su eliminación, por lo que es necesario que se mantenga bien hidratado.

Acuérdese de tomar los medicamentos que le han recetado y vacúnese anualmente contra la gripe y contra la COVID-19, si es posible. También es preciso que reciba la vacuna antineumocócica periódica.

Dado que las personas con bronquiectasias corren un mayor riesgo de contraer infecciones, conviene lavarse las manos antes de comer, pero también antes de preparar los medicamentos, realizar drenajes de secreciones o cualquier otro procedimiento médico, como limpiar los nebulizadores.

Mantenerse activo

Intente hacer algo de ejercicio todos los días.

Hacer ejercicio y mantenerse activo puede ayudarle a eliminar la mucosidad de los pulmones y, a menudo, puede darle más energía y ayudarle a dormir mejor.

Se ha demostrado que hacer trabajar a los pulmones mediante el ejercicio mejora la falta de aliento y reduce el cansancio. Pregunte a su médico o a un fisioterapeuta cuál sería el ejercicio que más le conviene e intente practicarlo un rato todos los días, aumentando gradualmente la intensidad.

Más información sobre la rehabilitación pulmonar.

Afrontar la fatiga

Cuando se tienen bronquiectasias es habitual sentirse muy cansado. Este cansancio, o fatiga, puede resultarle abrumador y dejarle con poca energía para desempeñar las tareas cotidianas.

La fatiga afecta a cada persona de forma diferente, pero podría:

  • Tener falta de energía general.
  • Tener dificultades para concentrarse o tomar decisiones.
  • Sentirse irritable y enfadarse con facilidad.
  • Tener dificultades para recordar cosas.
  • Dormir interrumpidamente.
  • Alejarse de la familia y las amistades.
Consejos para conservar la energía
  • Utilice de forma habitual técnicas de control respiratorio y mantenga una buena postura.
  • Ahorre energía, por ejemplo, dejando que los platos se sequen solos o sentándose siempre que pueda mientras realiza alguna actividad.
  • Mantenga un programa regular de ejercicio suave.
  • Tómese su tiempo para hacer las tareas y planifique períodos de descanso.
  • Organice su tiempo: realice las tareas que consumen más energía en el momento del día o de la semana en el que se sienta con más energía.
  • Pida ayuda: no tenga miedo de pedirla.
  • Organice su espacio: coloque los objetos que más utiliza en cajones o estanterías a la altura de la cintura y los hombros.
  • Intente dormir bien.
  • Siga una dieta equilibrada y beba muchos líquidos transparentes sin alcohol.
  • Relájese.

Afrontar la falta de aliento

El fisioterapeuta puede aconsejarle sobre cómo controlar la falta de aliento.

La mayoría de las personas se quedan sin aliento de vez en cuando, por ejemplo, cuando hacen ejercicio o corren para coger un autobús, aunque se les pasa rápidamente y no debería resultar demasiado molesto.

Sin embargo, algunas personas con bronquiectasias pueden quedarse sin aliento con mucha facilidad. Esta falta de aliento suele ser molesta e intensa, y puede aparecer al mínimo esfuerzo. También puede provocar mucha ansiedad.

  • ¿Qué le puede ayudar frente a la falta de aliento?

    Aprender a controlar la respiración le ayudará a controlar la falta de aliento y a reducir la sensación de pánico y ansiedad.

    El fisioterapeuta le aconsejará sobre cómo controlar la falta de aliento. Para ello, le enseñará:

    • Técnicas de control respiratorio
    • Diferentes posturas para aliviar la falta de aliento
    • Ejercicios que puede hacer
    • Técnicas para conservar la energía y mantener el ritmo
    • Técnicas de relajación
  • Prepararse

    Estar preparado para cuando le falte el aliento puede tranquilizarle y reducir su ansiedad:

    • Si le falta el aire o se despierta sin aliento, siéntese e inclínese hacia delante. Por ejemplo, siéntese en el borde de una silla o cama y apoye los brazos en una mesa.
    • El uso de un ventilador puede ayudar a algunas personas.
    • Tenga a mano sus inhaladores y tómese el inhalador de alivio.
    • Intente utilizar las técnicas de control respiratorio.
    • Intente no luchar contra la sensación y relaje los hombros.
    • Si la falta de aliento es nueva o empeora, consulte al médico.
Afrontar el desánimo y la depresión

Sentirse decaído durante un tiempo es una reacción natural mientras va aprendiendo a aceptar la enfermedad y a adaptarse a ella. Puede encontrar más consejos al respecto en la información sobre bienestar mental y salud pulmonar.

«Creo que los foros tienen un valor incalculable, no solo por la información que aportan, sino también por el apoyo de personas que realmente entienden la situación». Sue, persona con bronquiectasias, Reino Unido

Gestión de las exacerbaciones

Una exacerbación también se denomina, a veces, infección pulmonar o «empeoramiento» de las bronquiectasias.

Descargue nuestro diagrama con información sobre cómo reconocer una exacerbación y qué medidas tomar.

Incontinencia

En ocasiones, la tos puede provocar incontinencia en hombres y mujeres. Puede tratarse de una micción accidental o de un prolapso del suelo pélvico (cuando uno de los órganos de la pelvis desciende, lo que causa molestias). Si esto ocurre, es importante consultar a un fisioterapeuta para que le ayude a tratar estos síntomas

Sexo y relaciones

 Siga comunicándose y compartiendo sentimientos con su pareja.

Las bronquiectasias no afectan a su capacidad sexual, pero algunos problemas asociados a ella sí que podrían causar problemas. La falta de energía, la tos y la falta de aliento pueden mermar su resistencia, impactar en su interés por el sexo y hacer que evite la intimidad sexual. Esto también puede ser motivo de preocupación al comenzar una nueva relación.

La depresión y la ansiedad también pueden afectar al deseo sexual. Su pareja podría pensar que es mejor evitar tener relaciones sexuales por no querer disgustarle. Es importante conservar una comunicación sincera, ya que mantener la intimidad y la cercanía puede ayudar a combatir la soledad y el aislamiento.

Hable con su pareja de cómo se siente y de cualquier preocupación que pueda tener. Así, le resultará más fácil afrontar la situación antes de que se convierta en un problema.

  • Sexo y relaciones: los mejores consejos

    Puede que estos consejos le resulten útiles pero, si tiene alguna duda en torno a las relaciones sexuales, hable con su médico. Él está acostumbrado a hablar de temas personales, así que no tiene que sentir ninguna vergüenza.

    • Piense en el sexo como si se tratara de cualquier otra forma de actividad física y planifique cuándo mantener relaciones sexuales.
    • Limpie cualquier secreción del pecho mediante las técnicas de drenaje de secreciones antes de mantener relaciones.
    • Controle la respiración como en cualquier otra actividad y descanse cuando sea necesario.
    • Elija una postura que requiera menos energía y evite la presión sobre el pecho. Por ejemplo, si se tumba de lado durante el coito, puede resultarle más cómodo y generarle menos cansancio.
    • No haga el amor al final del día si se nota cansado. Elija un momento del día en el que sienta que tiene más frescura y relajación.

Desplazamientos con bronquiectasias


Un diagnóstico de bronquiectasias no significa que tenga que renunciar a viajar, ya sea de vacaciones o por negocios. Solo tiene que pensar con antelación en cómo encajar la medicación habitual y la fisioterapia en su agenda de viajes. Hable con su médico y planifíquenlo juntos.

Esta información se basa en el sitio web ‘Recommendations for travelling with bronchiectasis: a joint ELF/EMBARC/ERN-Lung collaboration‘ (Recomendaciones para viajar con bronquiectasias: una colaboración conjunta de la ELF/EMBARC/la ERN-Lung) y se complementa con consejos de viajeros con bronquiectasias.

  • ¿Viajar es seguro para la mayoría de personas que tienen bronquiectasias?

    Viajar con bronquiectasias es seguro para la mayoría de las personas. Si la enfermedad se encuentra estable y no se nota mal, es probable que no tenga problemas para volar. No obstante, es posible que deba consultarlo con su médico antes de planificar o reservar un vuelo.

    Consulte al médico si:

    • Cree que puede estar contrayendo una infección.
    • Ha tenido recientemente episodios de malestar.
    • Tiene dudas.

    A veces, puede ser mejor posponer el viaje.

    Necesitará autorización médica para volar si:

    • Su estado físico es dudoso como consecuencia de una enfermedad reciente, un período de hospitalización, una intervención quirúrgica o si padece una enfermedad inestable.
    • Necesita algún servicio o equipo especial, por ejemplo, asistencia u oxígeno.

    Algunas personas (aunque, ciertamente, no todas) presentan más exacerbaciones cuando viajan con frecuencia. Si se plantea un trabajo o una carrera profesional que requiera viajar a menudo, le recomendamos consultarlo con el especialista.

  • ¿Existen algunos destinos o condiciones concretas que deba evitar?

    Debe tener precaución con:

    • Altitudes elevadas: unos menores niveles de oxígeno podrían se problemáticos para algunas personas. Aun así, puede seguir disfrutando de las montañas, pero tenga cuidado de no subir demasiado alto ni demasiado rápido. Siga las recomendaciones para evitar el mal de altura y consulte a su médico si tiene previsto superar los 3050 metros.
    • Ciudades con una alta contaminación atmosférica: no supone ningún problema si está de paso, pero no se recomienda que se quede ahí. Consulte los niveles de contaminación del aire de ciudades concretas en el siguiente sitio web: Air Pollution in the World – Real-Time Air Quality Index (Contaminación atmosférica en el mundo: índice de calidad del aire en tiempo real).
  • ¿Qué medicamentos debería llevar conmigo?

    Lleve sus medicamentos habituales, pero asegúrese de que:

    • Lleva todo en el equipaje de mano, por si hay retrasos o se pierde el equipaje de bodega.
    • Lleva todo en sus envases originales, con una copia de la receta por si le preguntan al respecto en un control de seguridad.
    • Tiene suficiente cantidad para la duración del viaje y algo más, en caso de que se produzcan retrasos inesperados en la vuelta.
    • Si la medicación necesita unas condiciones especiales de conservación, compruebe que estén disponibles en el destino.
    • Si va a pasar por varias zonas horarias, pida consejo al médico o farmacéutico sobre cómo adaptar el horario de toma de los medicamentos.

    «Kit de rescate»:

    El médico también puede recetarle un «kit de rescate» con medicamentos más potentes para ayudarle en caso de que contraiga una infección mientras está de viaje. Pregúntele:

    • Cómo saber cuándo tomarlo.
    • Cuándo y dónde buscar atención médica local si se encuentra peor.

    Si utiliza un nebulizador:

    • Pregunte al médico o fisioterapeuta si existen modelos más ligeros y portátiles que pueda usar.
    • Antes de marcharse, asegúrese de haber practicado su uso y limpieza. Además, no olvide llevar baterías de repuesto o un adaptador de enchufe.
    • Si funciona con electricidad, compruebe el voltaje que haya en el destino del viaje. Cabe la posibilidad de que los nebulizadores europeos (220-230 V) no funcionen con voltajes inferiores, por ejemplo, los que hay en EE. UU. o Canadá (120 V). Compruebe los voltajes en www.worldstandards.eu
    • Si viaja en avión, intente usar el nebulizador en el aeropuerto antes o después del vuelo en lugar de hacerlo en el avión, si es posible.

    Un par de aspectos adicionales que debe tener en cuenta:

    • Compruebe que los medicamentos generales que se recomienda llevar al destino (como las pastillas contra la malaria) no interfieran con los tratamientos que toma habitualmente.
    • Asegúrese de estar al día con las vacunas contra la gripe y la neumonía (también conocida como vacuna antineumocócica).

    Y no olvide la higiene diaria para protegerse ante posibles resfriados, gripes u otras infecciones de las demás personas:

    • Lávese las manos con frecuencia.
    • Utilice desinfectante de manos: lleve siempre un frasquito en el bolsillo.
    • Sopese utilizar mascarillas en lugares públicos (sobre todo, aviones y transporte público), pero no comparta objetos como toallas, almohadas, botellas o vasos, gafas de sol, cubiertos o auriculares. Debe tener precaución con:
      • Altitudes elevadas: unos menores niveles de oxígeno podrían se problemáticos para algunas personas. Aun así, puede seguir disfrutando de las montañas, pero tenga cuidado de no subir demasiado alto ni demasiado rápido. Siga las recomendaciones para evitar el mal de altura y consulte a su médico si tiene previsto superar los 3050 metros.
      • Ciudades con una alta contaminación atmosférica: no supone ningún problema si está de paso, pero no se recomienda que se quede ahí. Consulte los niveles de contaminación del aire de ciudades concretas en el siguiente sitio web: Air Pollution in the World – Real-Time Air Quality Index (Contaminación atmosférica en el mundo: índice de calidad del aire en tiempo real)
  • ¿Debo llevar algún documento sobre mi enfermedad?

    Con bronquiectasias estables y bien gestionadas:

    • Compruebe la normativa sobre medicamentos de venta con receta del lugar al que viaja. Es posible que algunos medicamentos solo estén permitidos en cantidades concretas, que requieran alguna documentación o que sean ilegales en ciertos países (consulte a la embajada del respectivo país).
    • Lleve una copia de las recetas de los medicamentos que toma habitualmente.
    • Lleve una carta del médico que indique la finalidad de la medicación.

    El exceso de equipaje de mano suele estar permitido para productos sanitarios, como nebulizadores, aparatos de fisioterapia, equipos de oxígeno o medicamentos voluminosos. En este caso, de nuevo:

    • Asegúrese de llevar una carta del médico sobre su enfermedad.
    • Lleve una copia de la receta u otra documentación acreditativa.

    Si ha estado enfermo hace poco o es propenso a contraer infecciones frecuentes, pídale al médico un informe médico para el tratamiento en el extranjero (PDF). Así, el personal médico podrá orientarse en caso de que precise tratamiento. Este debe incluir:

    • Su estado de salud, alergias, infecciones crónicas, medicación habitual y dispositivos.
    • El tratamiento que está recomendado para usted en caso de exacerbación o empeoramiento repentino de la enfermedad.
  • ¿Qué sucede con el drenaje de secreciones mientras viajo?

    Planifique con antelación, adáptese a la situación e improvise:

    • Antes de salir, pregunte al fisioterapeuta sobre técnicas de drenaje que puedan realizarse, por ejemplo, en un aseo público, sin ayuda ni equipo.
    • Intente despejar el pecho antes y después de cada vuelo o viaje largo en autobús o tren.
    • Si utiliza un nebulizador de solución salina, es posible que en vuelos de larga distancia tenga que utilizarlo en su asiento y, después, realizar la limpieza en el aseo para no molestar a los demás pasajeros.
    • Llévese muchos pañuelos de papel (y bolsas de plástico para desecharlos: las bolsitas para pañales son ideales).
    • Evite tomar antitusivos (fármacos para la tos), pues no se recomiendan para las bronquiectasias.

    Si participa en una visita guiada muy concurrida, comunique al responsable de la visita que necesitará tiempo y espacio suficientes para utilizar el nebulizador o hacer fisioterapia.

  • ¿Qué seguro de viaje necesito?

    En primer lugar, es necesario que informe a la aseguradora de viajes de que presenta bronquiectasias. Le harán una serie de preguntas para determinar el nivel de riesgo: «¿Ha estado hospitalizado en el último año?», «¿Qué distancia puede caminar sin quedarse sin aliento?».

    A continuación, asegúrese de tener una póliza que le cubra:

    • Una enfermedad crónica preexistente (bronquiectasias).
    • Tratamiento médico en caso de empeoramiento de la enfermedad mientras está en el extranjero.
    • Vuelta a casa en caso de emergencia sanitaria grave.
  • ¿Qué ocurre si necesito más oxígeno durante un vuelo?

    La mayoría de las personas con bronquiectasias no lo necesitan, pero consulte a su médico con suficiente antelación para saber si su capacidad pulmonar o su absorción de oxígeno son especialmente bajas.

    Si le dice que es posible que precise oxígeno durante el vuelo, necesitará documentación adicional y deberá comunicárselo a la compañía aérea.

    Si ya está utilizando oxígeno, comuníqueselo a la compañía aérea de todos modos. Es posible que tenga que aumentar la cantidad del mismo durante el vuelo.

    Puede encontrar información sobre viajes en avión para personas con enfermedades pulmonares crónicas de todo tipo en el apartado sobre viajes en avión de este sitio web. Incluye información sobre las políticas de oxígeno de las compañías aéreas y datos de contacto, así como datos de proveedores de oxígeno en otros países.

  • ¿Limitará mis actividades al estar de vacaciones?

    No más que cuando está en casa.

    Un deporte con el que deberá tener cuidado es el buceo con botella. Esto depende de la enfermedad: los cambios de profundidad pueden hacer que el aire atrapado tras las flemas se expanda y dañe los pulmones. El buceo en sí puede ser seguro si:

    • No presenta esputo, dificultad para respirar o quistes, y
    • su función pulmonar es normal.

    Si no está seguro, consulte a su clínica especializada. De lo contrario, limítese a bucear con tubo.

    Independientemente de lo que haga al aire libre, es mejor que utilice crema solar de alta protección, ya que algunos tratamientos pueden aumentar la sensibilidad de la piel. Además, beba mucha agua para mantenerse hidratado.

    Si es físicamente capaz, camine, corra, monte en bicicleta, nade, esquíe o haga lo que le apetezca. Eso sí, tenga en cuenta las circunstancias y no se exceda. También puede optar por no hacer nada: son sus vacaciones.

    ¡Buen viaje!

Preguntas frecuentes


  • ¿Qué es el esputo?

    Una persona promedio inhala un millón de bacterias al día, así como polvo y otras partículas del entorno. Como consecuencia, los pulmones han desarrollado métodos para mantenerse sin infecciones y deshacerse de las partículas no deseadas. Las glándulas especiales de los pulmones producen mucosidad, la cual recubre los conductos pulmonares. Al inhalar algo, la mucosidad lo atrapa para que no pueda seguir avanzando por los pulmones y unos pelos especiales llamados cilios «sacuden» la mucosidad hacia la boca, donde puede eliminarse. Esto ocurre tanto en personas sanas como en personas con enfermedades en los pulmones. Cuando la mucosidad se expectora, se denomina «esputo».

    En las personas con bronquiectasias, las glándulas producen más mucosidad, la cual puede ser más espesa y pegajosa de lo normal debido a la inflamación de los pulmones. De ahí que los cilios no logren eliminar toda esa mucosidad. La mucosidad se acumula y tiene que expectorarse desde los pulmones.

  • ¿Cómo recojo muestras de esputo? ¿Cuánto tiempo tengo para enviarlas?

    Resulta muy útil tener muestras de esputo para analizarlas y saber si alguna una infección en los pulmones. Esto puede ayudar al médico a decidir qué antibiótico administrar en caso de infección pulmonar, y también permite detectar algunas bacterias que necesitan un tratamiento diferente, como la Pseudomonas o las micobacterias no tuberculosas (MNT).

    Por lo tanto, es importante que las muestras que proporcione procedan de los pulmones. Estas deben expectorarse, no pueden proceder de un carraspeo ni contener, sobre todo, saliva. Lo ideal es enjuagarse la boca con agua antes de expectorar una muestra, ya que esto ayudará a eliminar la saliva y las células de la boca. Tosa o escupa la muestra directamente en un bote o recipiente que el médico o el personal de enfermería le haya dado para depositar el esputo. Las muestras que procedan de pañuelos o que hayan tocado otro objeto antes de ir al recipiente no serán útiles, ya que podrían recoger bacterias del entorno.

    Después de que tenga la muestra, entréguela de inmediato al médico o a quien se la haya solicitado. Los patógenos empiezan a morir una vez fuera del organismo, por lo que, al cabo de unas pocas horas, las posibilidades de obtener un resultado positivo en la prueba del esputo disminuyen con bastante rapidez. Por lo tanto, intente entregar la muestra lo antes posible después de toser, y desde luego, el mismo día.

  • ¿Qué ocurre cuando envío muestras de esputo?

    Es importante enviar muestras de esputo al laboratorio, incluso cuando se sienta bien, para que el médico pueda comprobar si tiene una infección desarrollándose en los pulmones. Esto ayudará a decidir cuáles son los mejores antibióticos si desarrolla infecciones pulmonares en el futuro. Es más probable que la prueba dé un resultado positivo con una buena muestra procedente de los pulmones. La saliva no suele contener muchas bacterias. Un resultado positivo indica que existe una infección en los pulmones, pero no tiene por qué tratarse necesariamente con antibióticos.

    Cuando envía una muestra de esputo, esta se lleva a un laboratorio de microbiología, donde se extrae una pequeña cantidad y se coloca en una placa para su cultivo. Cualquier bacteria presente en la muestra crecerá durante un período de entre 24 y 48 horas, por lo que el microbiólogo podrá determinar qué bacterias había en la muestra.

    A continuación, las bacterias pueden probarse frente a diferentes antibióticos. De esta forma, se comprueba si pueden crecer en presencia de distintas cantidades de antibióticos. Este proceso dura uno o dos días más.

    Por eso se tarda unos días en obtener los resultados definitivos de la prueba de esputo: el microbiólogo tiene que identificar el patógeno y averiguar qué antibióticos lo matan.

  • ¿Puedo contagiar infecciones a los demás?

    Infecciones bacterianas

    Numerosas personas con bronquiectasias tienen infecciones pulmonares causadas por bacterias. Las bacterias viven en los pulmones y no desaparecen por completo, ni siquiera con tratamiento antibiótico. Normalmente, no se sabe de dónde proceden estas bacterias. Todo el mundo tiene bacterias que habitan en la nariz y la garganta, por lo que es probable que muchas de las bacterias de los pulmones desciendan desde esas regiones.

    Las bacterias como Pseudomonas y Haemophilus, que son las más comunes en las bronquiectasias, no causan infecciones en personas sanas. Solo lo hacen en personas con bronquiectasias debido a las zonas pulmonares dañadas que les permiten sobrevivir en el pulmón. Por lo tanto, no hay indicios de que usted pueda transmitir infecciones a personas sin bronquiectasias.

    Tampoco hay indicios de que las personas con bronquiectasias puedan contraer bacterias de otras personas con esta enfermedad. No obstante, tampoco podemos afirmar que es algo imposible, ya que, en el caso de la fibrosis quística (una forma heredada de bronquiectasias) se ha demostrado que algunas bacterias como la Pseudomonas pueden transmitirse, en ocasiones poco frecuentes, de una persona con fibrosis quística a otra. Por ello, se recomienda que las personas con fibrosis quística guarden espacio entre ellas (que no se sienten unas al lado de las otras en las clínicas) y que no se reúnan para socializar o en grupos de apoyo a pacientes.

    Las bronquiectasias suelen estar asociadas a una enfermedad pulmonar menos grave que la fibrosis quística y las bacterias como la Pseudomonas son menos frecuentes. Por lo tanto, en la actualidad, a las personas con bronquiectasias no se les recomienda que guarden distancia entre sí y son libres de asistir a grupos de apoyo a pacientes, clases de rehabilitación pulmonar y otros eventos en los que se mezclen con otras personas con bronquiectasias. Si le invitan a un evento, como una clase de rehabilitación pulmonar, en el que se junte con otras personas con bronquiectasias, debe tener en cuenta la información anterior y tomar su propia decisión sobre si el riesgo teórico de contraer una infección compensaría los beneficios del tratamiento y la oportunidad de comunicarse con otras personas con esta enfermedad.

    Infecciones víricas

    Los consejos anteriores hacen referencia a las infecciones bacterianas de los pulmones. Es importante recordar que las personas con bronquiectasias son más propensas a contraer infecciones víricas cuando estas están en circulación. Los consejos generales para evitar contraer infecciones son los siguientes:

    Asegúrese de estar al día con las vacunas.

    Lávese las manos antes de las comidas y después de estar en contacto con otras personas.

    No visite a nadie que esté resfriado o tenga una infección pulmonar y pida a los demás que no le visiten si no se encuentran bien.

Recursos y foros de debate en línea


Estos recursos en línea son recomendaciones de personas que cuentan con experiencia en el ámbito de las bronquiectasias.

No avalamos ni moderamos ninguno de estos recursos o grupos en línea, así que piense bien qué datos comparte y consulte cualquier consejo que se ofrezca con un profesional sanitario.

Inglés

Finés:

Italiano:

Neerlandés:

Más información


Participe en la investigación

Si desea encontrar más información sobre cómo participar en la investigación, lea cómo trabaja la ELF con los pacientes.

También puede buscar en estas bases de datos los ensayos actuales sobre bronquiectasias que se están llevando a cabo en todo el mundo:

  • Registro de ensayos clínicos de la UE
  • Clinicaltrials.gov (Biblioteca nacional de medicina de los EE. UU.): abarca 200 países.

Guías de la ERS dedicadas a la gestión de las bronquiectasias

Estas guías de la ERS (European Respiratory Society) incluyen las estrategias de investigación y tratamiento más adecuadas para las bronquiectasias, y han sido elaboradas por un grupo de expertos en la materia, de conformidad con los mejores indicios publicados de los que se dispone.

Lea un resumen escrito por personas con bronquiectasias para entender mejor lo que se recomienda en la guía original

Esta información se ha compilado como parte del proyecto de prioridades de los pacientes con bronquiectasias con la ayuda de EMBARC y de miembros del grupo asesor para pacientes con bronquiectasias de la European Lung Foundation (ELF).

EMBARC es una red paneuropea que se dedica a promover la investigación clínica y la formación sobre bronquiectasias, compartiendo protocolos, ideas de investigación y experiencia.